Cáncer de mama: ¿Por qué es importante una alimentación saludable?
Una buena alimentación y otros hábitos saludables juegan un rol importante para prevenir el cáncer de mama.
Durante octubre, considerado el mes sobre sensibilización del cáncer de mama, se dedican esfuerzos en atención y apoyo prestados a la concientización, detección temprana, tratamiento y cuidados paliativos debido a que a nivel mundial cada año se diagnostican 2.1 millones casos, convirtiéndose en el cáncer más frecuente en mujeres de todo el mundo.
Uno de los factores que contribuye a la baja supervivencia es que el porcentaje de mujeres que se realizan una mamografía de manera rutinaria en los países en vías de desarrollo aún es muy bajo, pese a los avances de medicina para una detección oportuna.
No realizar un examen de manera oportuna puede llevar al riesgo de un diagnóstico en una etapa más avanzada de la enfermedad, lo que se ve reflejado en una disminución de las probabilidades de supervivencia.
Por ello, especialistas de instituciones de salud a nivel global destacan la importancia de realizar una mamografía anualmente a partir de los 40 años y autoexploración mensual a partir de los 20 años para detectar cualquier anomalía en las mamas.
PREVENCIÓN
La Sociedad Americana del Cáncer destaca que existen factores de riesgo que pueden propiciar la aparición de la enfermedad y se pueden clasificar en no modificables y modificables.
Entre los primeros se encuentran: Ser mujer, envejecimiento, factores genéticos o reproductivos, como la edad de la primera menstruación, menopausia o antecedentes familiares. Mientras que en modificables se puede resaltar la importancia de cambiar el estilo de vida y optar por hábitos más saludables comenzando con la alimentación, la cual puede ayudar no solo a mejorar la supervivencia, sino también a prevenir la aparición de esta enfermedad.
Un artículo de Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo (CIAD) señala que las organizaciones de cáncer a nivel mundial recomiendan tener una dieta rica en frutas (2 porciones al día), verduras (4 porciones al día) y 30 gramos de fibra diarios, la cual se puede obtener al consumir granos enteros y mantener un bajo consumo de grasa.
Investigaciones han observado que quienes consumen más frutas y verduras tienen menor riesgo de desarrollar esta enfermedad. Esto se basa en el estudio de sustancias contenidos en alimentos de origen vegetal y su contribución para prevenir el cáncer.
Además, una alimentación saludable también contribuye a mantener un peso corporal adecuado, el cual se ha considerado como un factor protector para el desaarrollo de cáncer de mama.
Además de una buena alimentación y realizarse el examen anual y la autoexploración, otras recomendaciones que se hacen para tener menos probabilidades de desarrollar cáncer de mama son:
- Evitar o disminuir consumo de alcohol
- Evitar el sobrepeso u obesidad
- Realizar actividad física de forma regular
Comentarios