11 hábitos para mantener los riñones sanos
Los riñones se encargan de llevar a cabo importantes tareas para el funcionamiento del organismo.
Los riñones son dos órganos que tienen forma de frijol y que se ubica justo debajo de las costillas, uno a cada lado de la columna vertebral, explican los National Institutes od Health (NIH).
Cuando los riñones están sanos, estos se encargan de filtrar alrededor de media taza de sangre por minuto y eliminan los desechos y el exceso de agua para producir orina.
¿POR QUÉ ES IMPORTANTE MANTENER LOS RIÑONES SANOS?
Estos órganos eliminan los desechos y el exceso de líquido del cuerpo, así como el ácido que producen las células del cuerpo y mantienen un equilibrio saludable de agua, sales y minerales (como sodio, calcio, fósforo y potasio) en la sangre.
Según los NIH, cuando no existe este equilibrio es posible que los nervios, los músculos y otros tejidos en el cuerpo no funcionen normalmente.
Otra función de los riñones es que producen hormonas que contribuyen a:
- Controlar la presión arterial
- Producir glóbulos rojos
- Mantener los huesos fuertes y saludables
CÓMO MANTENER SANOS LOS RIÑONES
Así como hay hábitos que pueden dañar a estos órganos, también hay otros que ayudar a mantener los riñones sanos, así como un óptimo estado de salud.
- Elige alimentos saludables, como frutas frescas, vegetales frescos o congelados, granos enteros y derivados lácteos semidescremados o descremados.
- Disminuye el consumo de la sal y azúcar añadidos
- Evita freír las carnes y elige hornear o asar
- Lee las etiquetas de los productos y elige aquellos alimentos bajos en grasas saturadas, grasas trans, colesterol, sal (sodio) y azúcares añadidos
- Haz al menos 30 minutos de ejercicio casi todos los días
- Mantén un peso saludable
- Duerme entre 7 y 8 horas diarias
- Deja de fumar
- Limita o evita la ingesta de alcohol
- Aprende a manejar el estrés y a relajarte
- En caso de hipertensión o diabetes, es importante mantener el control de estos padecimientos
Cabe recordar que es importante acudir a cheques médicos al menos una vez al año. Estos ayudarán a detectar cualquier anomalía en el organismo, como puede ser con los riñones.