Horarios fijos para nuestras comidas: ¿Cuáles son los beneficios?
Al adoptar una rutina de comidas consistente, podemos experimentar una mayor sensación de control y bienestar
Es común que asociemos la palabra rutina con algo repetitivo y por ende aburrido, pero existen ciertos tipos de rutinas que de implementarlas podrían ser de gran utilidad en nuestras vidas, como por ejemplo horarios fijos para despertar, dormir e incluso para comer.
El hecho de comer a la misma hora todos los días, además de verse como una cuestión de disciplina podría brindar grandes beneficios que pueden tener un impacto significativo en la salud y el bienestar.
Comer a la misma hora puede ser un primer paso hacia una alimentación más consciente y saludable. A continuación compartimos como esta simple y poderosa estrategia puede traer cambios positivos en la vida cotidiana.
Beneficios de comer siempre a la misma hora.
Por lo general, las horas de comida suelen verse afectadas por el propio ritmo de vida de cada persona y cada una de las actividades que suelen realizarse diariamente. Sin embargo, deberías saber que comer siempre a la misma hora presenta una serie de ventajas que lo convierten en un buen hábito:
- Planificar tus horarios de comer te ayudará a mantener tu peso de varias formas: evitando los atracones, gestionando mejor la energía entre comidas, etc.
- Cuando acostumbras a tu cuerpo a unas horas concretas, evitas llegar con mucha hambre a la siguiente comida o a picar entre horas.
- También ayuda a reducir la sensación de cansancio o fatiga si pasa más rato del normal sin comer.
- Contribuye a una buena salud metabólica y, por lo tanto, a quemar más calorías en reposo al no ralentizar el metabolismo.
- Ayuda a regular el ritmo circadiano.
- Ayuda a prevenir enfermedades cardiovasculares, obesidad, o diabetes tipo 2 entre otras complicaciones.
Por otro lado, además de estipular horarios el portal de Soluciones para diabetes, indica que el hecho de desayunar temprano resulta beneficioso debido a que ayuda a que el resto de las comidas también sean antes, lo que hará que llegues a la cena más temprano.
De lo contrario, cenar tarde hará que tengamos que retrasar la hora de irnos a dormir, pues si hacemos esto último, es posible que tu cuerpo tarde más en digerir los alimentos, y a su vez te cueste trabajo conciliar el sueño.