Lavar tu ropa interior de esta forma podría afectar tu salud vaginal

La higiene íntima de la mujer es muy importante para mantener una buena salud en la zona genital. Esta se consigue mediante cuidados específicos con la intención de evitar infecciones y otras patologías que puedan perjudicar tu bienestar.

Existen algunas prácticas relacionadas con tu ropa interior que por ser cómodas y rápidas podrían poner en riesgo tu salud. Por ejemplo, el lavado de ropa interior. Seguramente en alguna ocasión decidiste lavar tus panties mientras te bañabas, cierto?

De ser así, deberías de saber que por “ahorrarte tiempo” y lavar tus prendas mientras tomas una ducha estás corriendo el riesgo de contraer infecciones y enfermedades de la vulva.

Una forma peligrosa de lavar tus prendas íntimas

Una forma errónea de lavar la ropa interior es utilizar la ducha para ello y posteriormente dejarla secando ahí mismo. De acuerdo con el portal de Lomecan, este tipo de hábito puede derivar una infección vaginal por hongos como la candidiasis, misma que se deriva por el exceso de humedad que hay en la regadera.

Según Planned Parenthood, la candidiasis vaginal suele causar mucha picazón y en algunas ocasiones enrojecimiento e irritación en estas zonas así como otros síntomas molestos. 

Es importante tomar en cuenta que los lugares con poca luz y muy húmedos son ideales para el crecimiento de hongos y bacterias. Ante ello, recuerda que para evitar este tipo de infección debes dejar secar la ropa interior al sol o si es dentro de casa, con una ventilación suficiente.

¿Qué es la candidiasis?

Una infección por hongos vaginales es una infección micótica que provoca irritación, flujo e intensa picazón en la vagina y la vulva, los tejidos que se encuentran en la apertura vaginal.

De acuerdo con Mayo Clinic, la infección por hongos vaginales, también denominada candidiasis vaginal, afecta hasta tres de cada cuatro mujeres en algún momento de la vida.

Síntomas

Los síntomas de la candidosis vaginal pueden ser de leves a moderados y comprender los siguientes:

• Picazón e irritación de la vagina y la vulva
   
• Sensación de ardor, especialmente durante las relaciones sexuales o al orinar
   
• Enrojecimiento o inflamación de la vulva
   
• Dolores y molestias vaginales
   
• Sarpullido vaginal
   
• Secreción vaginal espesa, blanca y sin olor, con aspecto similar al queso cottage
   
• Secreción vaginal acuosa