Enfermedades

¡Atención! Conoce los signos de alerta de un ataque cardíaco

Un ataque cardíaco es una emergencia médica que requiere atención inmediata.

Por Kimberly Salazar

La mayoría de los ataques cardíacos son causados por un coágulo que obstruye una de las arterias coronarias, las cuales son responsables de transportar sangre y oxígeno hacia el corazón.

Cuando la sangre no puede llegar al músculo cardíaco, este se ve privado de oxígeno y puede resultar en su muerte. Si se busca atención médica de forma inmediata, es posible reducir el daño, pero si una sección del músculo cardíaco llega a morir, el daño es irreversible.

Cada año, aproximadamente 735 mil estadounidenses sufren un ataque cardíaco. De hecho, se estima que cada 34 segundos alguien sufre un ataque cardíaco en los Estados Unidos.

 

La mayoría de los ataques cardíacos son provocados por un coágulo que bloquea una de las arterias coronarias.FOTO: Puwadon Sang-ngern 

Signos de alarma de un ataque cardíaco o infarto

Existen casos de ataques al corazón repentinos e intensos, pero la mayoría comienzan lentamente, con dolores o malestares leves.

  • Algunas señales que pueden indicar que se está en presencia de un ataque cardíaco son:
  • Molestia en el pecho: La mayoría de los ataques al corazón se presentan con una molestia en el centro del pecho que dura no más de algunos minutos o que desaparece y reaparece. Puede sentirse como una presión incómoda, opresión o dolor.
  • Molestia en otras zonas de la parte superior del cuerpo: Los síntomas pueden incluir dolor o molestias en un brazo o en ambos, en la espalda, el cuello, la mandíbula o el estómago.
     
  • Falta de aire: Puede ocurrir con o sin malestar en el pecho.
     
  • Otras señales: podría comenzar a sentir sudor frío, náuseas o mareo.

Al igual que en los hombres, el síntoma más común del ataque al corazón en las mujeres es el dolor o la molestia en el pecho. Sin embargo, las mujeres son más propensas que los hombres a experimentar algunos de los otros síntomas comunes, sobre todo falta de aire, náuseas y vómitos o dolor en la espalda o la mandíbula.
 

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