Después de una noche de borrachera, una joven mujer despertó con las piernas "podridas"
Una mujer de 36 años quedó dormida después de una borrachera en una posición sumamente incómoda que bloqueó el flujo de sangre.
Julia Anderson, de 36 años decidió revelar la historia de cuando casi pierde las piernas después de una noche de borrachera, con la intención de alertar a los demás sobre los incidentes tras una noche de alcohol.
El problema surge debido a que la mujer se quedó profundamente dormida en una posición incómoda durante toda la noche. Sorpresivamente al despertar dijo que sus piernas eran "el doble de su tamaño habitual" y que no podía caminar.
Trató de acordarse si una noche anterior tuvo algún accidente y llamó a su madre para acudir a urgencias lo antes posible. En el hospital, Anderson se sometió a varias pruebas y se le diagnosticó síndrome compartimental, que fue causado por acostarse sobre sus piernas toda la noche y bloquear el flujo de sangre.
Una afección que puede provocar la amputación
Según la Biblioteca Nacional de Medicina, el síndrome compartimental agudo es una afección grave que implica aumento de la presión en un compartimento muscular. Puede llevar a daño en nervios y músculos, al igual que problemas con el flujo sanguíneo.
Por lo que si la presión se prolonga durante un tiempo, el músculo puede morir y el brazo o la pierna no funcionarán más provocando incluso la amputación para corregir el problema.
Ante ello, los médicos que atendieron a la mujer de 36 años actuaron de inmediato sometiéndose a cirugía con la intención de salvar sus piernas. Entonces, le abrieron la pantorrilla izquierda y le cortaron el músculo para aliviar la inflamación y reducir las toxinas que se liberaba en su torrente sanguíneo.
Después de la operación, los cirujanos plásticos realizaron un injerto de piel de su muslo para ayudar a sanar la parte inferior de su pierna.
Ahora después de tres años y con algunas consecuencias, Anderson advirtió. "Nunca te desmayes realmente borracho, dormir es peligroso",