Enfermedades

Esclerosis múltiple: Confirman nuevo biomarcador para el diagnóstico precoz

La esclerosis múltiple se diagnostica con mayor frecuencia entre los 20 y 40 años de edad.

Por Vanesa Rojas

La esclerosis múltiple es una enfermedad que puede provocar el deterioro o el daño permanentes de las fibras nerviosas. Según Medlineplus, no tiene cura. 

Actualmente un estudio por parte del departamento de Neurología de MedUni Viena y el Hospital Universitario de Viena demostró que el diagnóstico de esclerosis múltiple (EM) puede mejorarse midiendo adicionalmente el grosor de las capas de la retina en el ojo.

Esto ayuda a detectar la afección en una etapa más temprana y predecir su progresión con mayor precisión.  

La esclerosis es una enfermedad que no tiene cura. Foto de Martin Lope en Pexels.  

EL ESTUDIO FUE REALIZADO DURANTE CINCO AÑOS 

La nota publicada en Medical Xpress explica que el equipo de investigación estuvo encabezado por Gabriel Bsteh y Thomas Berger del Departamento de Neurología de MedUni Viena y el Hospital Universitario de Viena colaboró con colegas de MedUni Viena y el Departamento de Oftalmología y Optometría del Hospital Universitario de Viena para examinar a 267 pacientes con EM durante un período de cinco años. 

El equipo de investigación ha confirmado que el grosor de la capa de la retina se puede utilizar como un biomarcador preciso para ayudar en el diagnóstico precoz.

"Así que ya tenemos este procedimiento a nuestra disposición", comentó Gabriel Bsteh, primer autor del estudio. 

"Si usamos la tomografía de coherencia óptica junto con los criterios actuales para diagnosticar la EM, obtenemos resultados significativamente más precisos en una etapa mucho más temprana. Esto significa que podemos iniciar las medidas de tratamiento antes, lo que mejora considerablemente el pronóstico a largo plazo para los pacientes". 

Los signos y síntomas de la esclerosis múltiple pueden variar mucho según la persona y durante el transcurso de la enfermedad.

Entre los síntomas comunes se incluyen:

  • Entumecimiento o debilidad en una o más extremidades 
  • Hormigueo
  • Sensaciones de choques eléctricos 
  • Falta de coordinación
  • Marcha inestable o incapacidad para caminar
  • Pérdida de la visión parcial o completa,
  • Visión doble prolongada
  • Visión borrosa
  • Vértigo
  • Problemas con la función sexual, los intestinos y la vejiga
  • Fatiga
  • Habla arrastrada
  • Problemas cognitivos
  • Trastornos del ánimo

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