Jane Fonda anuncia que su cáncer está en remisión: "El mejor regalo de cumpleaños"
Su cáncer está en remisión, lo que significa que puede suspender la quimioterapia.
El pasado 2 de septiembre la actriz Jane Fonda anunció por medio de redes sociales que tenía algo personal que contar a sus seguidores, posteriormente mencionó que había sido diagnosticada con linfoma no Hodgkin, por lo cual había comenzado con tratamientos de quimioterapia.
Nuevamente Fonda, usó la red social Instagram para comunicar que ha recibido el mejor regalo de cumpleaños e informar a sus fanáticos que la semana pasada su oncólogo le dio la buena noticia de que su cáncer está en remisión, lo que significa que puede suspender la quimioterapia.
"Me siento tan bendecida, tan afortunada. Les agradezco a todos ustedes que oraron y me enviaron buenos pensamientos. Estoy seguro de que jugó un papel en las buenas noticias. Estoy especialmente feliz porque mientras mis primeros 4 tratamientos de quimioterapia fueron bastante fáciles para mí, solo unos días de cansancio, la última sesión de quimioterapia fue difícil y duró 2 semanas, lo que dificultó mucho lograr cualquier cosa", expresó Jane mediante Instagram.
Cáncer curable con la detección oportuna y tratamiento adecuado
El linfoma no Hodgkin (LNH) es un cáncer del tejido linfático. Este tejido se encuentra en los ganglios linfáticos, el bazo y otros órganos del sistema inmunitario. Los glóbulos blancos, llamados linfocitos, se encuentran en el tejido linfático. Ayudan a prevenir las infecciones.
De acuerdo con la Biblioteca Nacional de Medicina, el LNH en sí mismo y su tratamiento pueden conllevar problemas de salud. Estos incluyen:
- Anemia hemolítica autoinmunitaria, una afección en la cual el sistema inmunológico destruye los glóbulos rojo
- Infección
- Efectos secundarios de los medicamentos de quimioterapia
Sin embargo, los especialistas indican que el linfoma es un tipo de tumor maligno que afecta al tejido linfático y puede aparecer en cualquier órgano; no obstante, hasta 98 % de los casos son curables con la detección oportuna y tratamiento adecuado.
Los síntomas dependen de la zona del cuerpo que esté afectada por el cáncer y qué tan rápido esté creciendo.
Los síntomas pueden incluir:
- Sudores nocturnos abundantes
- Fiebre y escalofríos intermitentes
- Picazón
- Inflamación de los ganglios linfáticos en el cuello, las axilas, la ingle u otras áreas
- Pérdida de peso
- Tos o dificultad para respirar si el cáncer afecta el timo o los ganglios linfáticos en el pecho, lo cual puede ejercer presión sobre la tráquea o sus ramificaciones
- Hinchazón o dolor abdominal, lo que puede llevar a pérdida del apetito, estreñimiento, náuseas y vómitos
- Dolor de cabeza, problemas de concentración, cambios de personalidad o convulsiones si el cáncer afecta el cerebro