La enfermedad cardiovascular amenaza la vida de adultos mayores hispanos
La enfermedad cardiovascular es un término amplio para problemas con el corazón y los vasos sanguíneos
Se espera que la enfermedad cardiovascular, la principal causa de muerte en personas mayores de 65 años, se vuelva más frecuente en los próximos años, afectando desproporcionadamente a las comunidades hispana y afroamericana en Estados Unidos.
Estimaciones indican que para el año 2060 habrá un aumento significativo en la prevalencia de enfermedades cardiovasculares como la cardiopatía isquémica, la insuficiencia cardíaca, los infartos y los accidentes cerebrovasculares.
El envejecimiento de la población, así como la presencia de condiciones de riesgo como hipertensión, diabetes y obesidad, contribuirán a este escenario alarmante. Las disparidades existentes en la carga de enfermedades cardiovasculares se agravarán a menos que se realicen esfuerzos específicos para mejorar.
El Covid-19 también afecto al aumento de muertes
Los avances médicos y las políticas de salud pública podrían influir en las perspectivas futuras de estas enfermedades. Las muertes cardiovasculares se concentran en adultos mayores de 65 años, y aunque hubo avances en la reducción de estas muertes, el progreso se ha visto obstaculizado por el aumento de la obesidad, la mala dieta y la falta de actividad física.
La pandemia de Covid-19 también ha contribuido al aumento de las muertes cardiovasculares, ya que las infecciones por el virus pueden causar complicaciones graves. La investigación ha revelado inequidades en la salud cardiovascular de diferentes grupos étnicos y raciales, y se ha señalado la discriminación racial percibida y el estrés relacionado como factores asociados con el riesgo de enfermedad cardiovascular en comunidades afroamericanas.
Es necesario prestar atención a los determinantes sociales de la salud, como el ingreso, la educación, la vivienda y las características de la comunidad, para abordar las necesidades de salud no satisfechas en poblaciones vulnerables. Se requieren esfuerzos renovados para educar a estas comunidades sobre los factores de riesgo modificables y garantizar un acceso equitativo a la atención médica de calidad.