Le extirpan a bebé un tumor lleno de sangre de la frente: Este es su antes y después
La madre de la menor se dio cuenta que lo que parecía un pequeño raspón estaba creciendo.
Chloe McKnight tenía apenas unos días de nacida cuando su madre notó que tenía un pequeño raspón en la frente, el cual fue creciendo hasta estar más marcado y protuberante y que resultó ser un tumor benigno.
Cuando tenía dos meses de edad, los médicos dijeron que la pequeña tenía un hemangioma, una malformación vascular que se forma por una maraña de vasos sanguíneos que puede aparecer en cualquier parte del cuerpo y suele variar en su tamaño.
TUMOR PODÍA AFECTAR SU DESARROLLO
De acuerdo con la Clínica de Universidad Navarra, durante los primeros meses de vida los hemangiomas crecen y, habitualmente a partir de los 12 meses, involucionan o regresan. Dicha "desaparición" puede durar entre 3 y 10 años.
Además, señala que suelen aparecer con mayor frecuencia en la cabeza y el cuello, en un 80% de los casos, y en menor medida se presentan en el tronco y extremidades.
En el caso de Chloe, el tenerlo en la frente podía afectar su desarrollo psicosocial durante la infancia, explicó Univision.
Ashley McKnight, madre de la pequeña, relató al medio que durante los primeros meses de nacida de Chloe, sus padres y hermanos mayores lo aceptaron como si fuera una parte de ella y hasta se referían a él como " fresita".
Asimismo, detalló que siempre tenían que cuidar que su hija no se tropezara y cayera al piso para reducir el riesgo de que el tumor sangrara.
Al ver que el tumor de la frente de la bebé estaba creciendo, Ashley decidió buscar un especialista y encontró a uno de los más prestigiosos expertos en hemangiomas y malformaciones vasculares, el doctor Gregory Levitin, director de Marcas de Nacimiento y Malformaciones Vasculares del New York Eye and Ear Infirmary of Mount Sinai, quien también es padre de una gemela que nació con un hemangioma.
¿CÓMO TRATARON EL HEMANGIOMA DE CHLOE?
En el caso de la bebé, por tratarse de un hemangioma inusualmente grande y localizarse en una zona con poco tejido, ella requería de medidas más extremas y el especialista tuvo que recurrir a la opción de removerlo con una cirugía en la que también debían reconstruir gran parte de su frente, explicó el doctor a Univision.
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La operación se llevó a cabo en tres horas, tiempo en el que el doctor Levitin fue capaz de eliminar la malformación vascular sobre y preservar el tejido muscular de la frente para que su expresión facial no se alterara.
Cuando Chloe salió de la cirugía, la pequeña ya no tenía rastros del protuberante tumor color fresa y solo había una cicatriz en la zona donde nace el cuero cabelludo que tras dos meses ya casi no se nota y será casi invisible en cuestión de un año.