Viruela del mono: OMS declara emergencia internacional por brote de la enfermedad
Se han registrado unos 16 mil casos en 75 países.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró emergencia internacional por el actual brote de viruela del mono, después de que se hayan declarado ya unos 16 mil casos (cinco de ellos mortales) en 75 países, muchos de ellos en Europa, donde la enfermedad no era endémica.
El director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, anunció la decisión dos días después de que un comité de emergencia con expertos en esta enfermedad se reuniera para analizar la posible declaración, que obligará a las redes sanitarias nacionales a aumentar sus medidas preventivas.
Este comité había optado por no declarar la emergencia en una primera reunión celebrada en junio (cuando los caos eran 3 mil), y en esta ocasión, según Tedros, tampoco hubo consenso total entre los expertos, pero el director general decidió declarar la emergencia en vista del alto y creciente número de casos en diversas regiones de todo el planeta.
¿CÓMO PREVENIR LA VIRUELA DEL MONO?
La Facultad de Medicina San Fernando, de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos de Perú, explica que el "monkeypox" es una enfermerdad producida por un virus del genus OrthoPox que se transmite de manera natural de animal a persona, aunque la transmisiòn de persona a persona tambièn es posible pero no es lo usual.
En cambio, para el contagio de este virus se requiere un contacto directo, bastante cercano y por un tiempo prolongado.
Esta institución señala que los síntomas son parecidos a los de un resfriado: Malestar, fatiga, un poco de tos, congestión nasal; a medida que pasan los días se va mejorando y, en unos pocos días, aparecen unas erupciones.
En ese momento, esa persona es contagiosa a través de la secreción nasal, pero también mediante las pústulas o llagas que salen cuatro o cinco días después de los síntomas similares al resfriado. La erupción es muy parecida a la varicela, el contacto con estas lesiones puede generar una transmisión.
De la misma manera que sucede con muchos gérmenes, lavarse las manos a conciencia y con frecuencia, usar mascarillas y evitar el contacto con personas y animales enfermos puede ayudar a protegerse de la enfermedad.