5 consejos para que tu esponja de baño se mantenga limpia y sin bacterias
La humedad puede provocar que crezcan organimos que causan infecciones en la piel.
La esponja de baño es uno de los objetos de higiene personal con la capacidad de albergar una gran cantidad de bacterias que pueden afectar tu salud. Esto se debe a que las células muertas de la piel se quedan entre sus grietas y rincones, convirtiéndose así, en un caldo de cultivo bacteriano.
La dermatóloga de Clínica Cleveland, Melissa Piliang, explica que al colgar las esponjas dentro de la regadera, un lugar húmedo, nunca se secan por completo y en ellas crecen organismos fúngicos que causan infecciones en la piel.
Por eso es importante asegurarse de mantener limpias las esponjas vegetales, reemplazarlas con regularidad y utilizarlas con cuidado al no frotar la piel con demasiada fuerza".
¿CÓMO CUIDAR LAS ESPONJAS DE BAÑO?
Aunque puedan parecer inofensivas, las esponjas pueden albergar muchos gérmenes al estar en el baño. Por ello, la especialista comparte algunos consejos de cuidado para este objeto de higiene personal.
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Seca tu esponja a diario
Enjuaga bien después de cada uso, sacude y cuelga la esponja en un lugar fresco pero no en la ducha, donde tenga más posibilidades de secarse.
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Evita usarla días después de afeitarte
Si hay cortes en la piel, las bacterias pueden entrar en ellos y causar alguna infección.
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No uses la esponja en tu cara o en los genitales
Son zonas del cuerpo más sensibles.
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Limpia a profundidad
Limpia tu esponja una vez a la semana sumergiéndola en una solución de lejía diluida durante 5 minutos y luego enjuaga bien.
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Reemplaza tu esponja con regularidad
La recomendación es reemplazarla cada tres o cuatro semanas si es una esponja vegetal y cada dos meses si es de plástico.
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