Comer mucha azúcar o sal y otros 4 hábitos que aceleran el envejecimiento
A pesar de que el envejecimiento es un proceso natural, algunos hábitos pueden acelerarlo.
El envejecimiento es un proceso natural del que nadie puede escapar. Si bien, una alimentación sana y equilibrada, así como el ejercicio pueden ayudar a que este proceso ocurra de manera saludable, también existen hábitos que pueden acelerarlo.
Tanto la alimentación, como el estilo de vida que una persona lleve, puede tener un impacto negativo o positivo en el envejecimiento.
Por ello, es importante que cuides los hábitos que tienes, no solo porque se pueden ver reflejados en tu piel, sino también porque puedes evitar problemas de salud más graves.
HÁBITOS ADELANTAN EL ENVEJECIMIENTO
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Consumo en exceso de alimentos ricos en azúcar y sal
Investigaciones realizadas por la Asociación Americana del Corazón afirman que la ingesta excesiva de alimentos salados podría desencadenar envejecimiento celular.
Por otro lado, los alimentos ricos en azúcares disminuyen los niveles de elastina y colágeno, lo que puede hacer que aparentes más edad.
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No beber suficiente agua
La falta de agua se verá reflejada en la salud de tu piel, pues el organismo necesita de este líquido para que las células puedan regenerarse y eliminar las toxinas. Además, puede causar sequedad, arrugas y pérdida de firmeza.
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Tabaco y alcohol
Consumir alcohol en exceso puede provocar retención de líquidos y también ocasionar bolsas, ojeras e inflamación en el rostro.
Por su parte, el tabaco disminuye la sangre que llega a la piel haciendo que tome una tonalidad gris y pierda vitalidad. Incluso afecta la circulación e interfiere con la oxigenación.
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No dormir lo suficiente
La Fundación Piel Sana de la Academia Española de Dermatología y Venerología señala que el tiempo que duermes desempeña un papel fundamental para el bienestar de la piel.
De acuerdo con esta fundación española, la falta aguda de sueño puede alterar la barrera cutánea y provocar el envejecimiento prematuro, lo que se traduce en la aparición de arrugas y otras líneas de expresión.
La falta de sueño también afecta y disminuye la capacidad de síntesis de colágeno, por lo tanto hace que la piel pierda elasticidad y luminosidad y se vea apagada.
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Estrés
Los altos niveles de estrés pueden provocar una alteración en las hormonas y hacer que la piel no se regenere a la velocidad que necesita para mantenerse joven y acelere el envejecimiento de las células de la piel.
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