¿Cruzar las piernas podría ser malo para la salud?
Sentarse de piernas cruzadas puede parecer cómodo, pero hacerlo durante períodos prolongados de tiempo puede tener efectos negativos
Es común que al pasar mucho tiempo sentados intentemos cambiar de posición y para ello lo más fácil siempre es cruzar las piernas, poniendo una encima de la otra. Lo cual no se considera un mal hábito.
Cruzar la pierna es muy común, sobre todo son las mujeres quienes lo hacen, ya sea en el trabajo, en el transporte público, en cualquier sala de espera ya que se trata de una posición cómoda para descansar las piernas.
Sin embargo, hacerlo durante tiempos prolongados podría tener efectos negativos en la postura y la salud en general. Estos son algunos problemas que podría ocasionar el cruzado de piernas según la revista Vogue.
¿Cómo podría afectar el cruce de las piernas?
La circulación sanguínea de las piernas puede verse afectada al cruzarlas esto debido a que se suele poner peso sobre el nervio peroneo, situado detrás de la rodilla. Como recomendación, es importante intercambiar las piernas constantemente antes de un adormecimiento en el área
Aunque parezca una postura cómoda, al cruzar las piernas se vuelve complicado mantener una espalda recta, lo que ocasiona una mala postura al caminar. Por ello, lo recomendable es mantener los pies en el piso y evitar encorvarse.
Además, diversos estudios aseguran que se produce un aumento significativo en la presión sanguínea cuando uno se sienta con las piernas cruzadas, aunque volvió a la normalidad después de tres minutos de abandonar la posición.
Por otro lado, la revista menciona que sobre todo aquellas personas con riesgo de sufrir coágulos sanguíneos deberían evitar cruzar las piernas por largos períodos, todo con el fin de evitar una trombosis venosa profunda.
Una buena postura al sentarse, según Mayo Clinic.Cuando estés sentado, ten presente estos consejos:
- Ajusta la altura de tu silla de manera que los pies descansen planos sobre el suelo o sobre un reposapiés.
- Mantén las rodillas al nivel de las caderas o por debajo. No cruces las piernas. Los tobillos deberían estar más adelante que las rodillas.
- Mantén un espacio pequeño entre la parte trasera de las rodillas y la parte delantera del asiento.
- Ajusta la silla para que sujete bien la espalda o coloca una toalla enrollada o una almohada pequeña detrás de la región lumbar.
- Asegúrate de que la parte superior de la pantalla esté a la altura de los ojos o ligeramente por debajo.
- Mantén la cabeza y el cuello bien equilibrados y alineados con el torso.
- Relaja los hombros. Mantén los antebrazos paralelos al suelo.
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