Piel grasa bajo control: Consejos de cuidado para mantener un cutis radiante
Es importante que sigues las siguientes recomendaciones para una piel sin brillos
Es importante elegir productos de cuidado de la piel formulados especialmente para la piel grasa | Sora Shimazaki/pexels
La piel grasa es el resultado de que las glándulas de grasa (sebaceas) produzcan demasiado aceite. Según la Biblioteca Nacional de Medicina, los genes y las hormonas juegan un papel clave para determinar si uno tiene la piel grasosa.
Pero lo más importante que usted puede hacer para la piel grasosa es mantenerla limpia. Un artículo publicado por Cleveland Clinic, menciona que la forma más eficaz de controlar la piel grasa es ajustar la rutina tu rutina facial y pequeños cambios en tu estilo de vida.
Uno de ellos muy importante es implementar el hábito de lavarte la cara dos veces al día y después de hacer ejercicio, el Dr. Hodes sugiere hacerlo con un limpiador suave.
¿Cómo cuidar una piel grasa?
- No uses productos agresivos ni frotes fuerte tu rostro
“Trata de no frotar demasiado fuerte. Eso lo empeorará”, aconseja el Dr. Hodes. Eso es porque tu piel produce más grasa cuando está irritada. Por lo mismo se debe evitar el uso de productos agresivos o ásperos en la cara.
- Hidrata tu piel
Una persona con piel grasa deberá mantener su piel hidratada en todo momento. Aunque parezca contradictorio, la piel reseca es capaz de producir más sebo, por lo que si mantienes tu rostro hidratado tus glándulas sebáceas no tendrán que trabajar tanto.
- Mantente hidratado:
No obstante, mantenerte hidratado tú también es una parte importante. Beber mucha agua te ayudará a que tus glándulas sebáceas no reaccionen de forma exagerada.
- Productos de belleza:
Es importante saber elegir muy bien los productos que aplicarás en tu rostro. De preferencia aquellos que no contengan aceite y que no sean comedogénicos. También es mejor evitar los productos a base de alcohol, ya que pueden irritar la piel y aumentar la producción de grasa.
- No te toques la casa
El más sencillo pero igual de importante. Evita tocar tu rostro en la medida de los posible, pues tocarse la cara puede introducir bacterias y suciedad, y esparcir el aceite.
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