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Ejercicio

¿Qué es y cuáles son los beneficios del estiramiento pasivo?

El estiramiento pasivo utiliza otras fuerzas para estirar los músculos, en lugar de su propia capacidad.

Por Vanesa Rojas

En este tipo de estiramiento, se aplica una fuerza externa

En este tipo de estiramiento, se aplica una fuerza externa

El estiramiento pasivo implica el uso de una fuerza externa. En lugar de confiar en tu propia flexibilidad como lo harías el estiramiento dinámico o estático, utilizas algo (o alguien) más para ayudar.

La masajista licenciada y enfermera registrada DeBorah Hill, RN, LMT, explica el estiramiento pasivo y cómo puede beneficiar su salud.

El estiramiento pasivo utiliza otras fuerzas para estirar los músculos, en lugar de su propia capacidad. “Durante el estiramiento pasivo, tu cuerpo está suelto y relajado”, dice Hill. “Dejas que una fuerza externa, como un compañero, una toalla o una correa de fitness, haga el trabajo”.

 Un estiramiento pasivo requiere muy poca energía y se realiza cuando el objetivo principal es mejorar la flexibilidad
 Un estiramiento pasivo requiere muy poca energía y se realiza cuando el objetivo principal es mejorar la flexibilidad

Beneficios de estiramientos pasivos

  • Alivia el estres

El estiramiento pasivo requiere que los músculos estén relajados para que funcione. Esta liberación de tensión física puede beneficiar tu salud mental.

  • Mayor flexibilidad

Un estudio encontró que el estiramiento pasivo es mejor que el estiramiento dinámico para aumentar la flexibilidad de los isquiotibiales. De acuerdo con la especialista, tu apoyo puede ayudarte a estirar mucho más de lo que puedes hacerlo tú mismo.

  • Superar problemas de movilidad

Además, según Cleveland Clinic si padeces de alguna limitación de movilidad como agacharte o quizá sufres de algún dolor crónico los estiramientos pasivos pueden ser beneficiosos.

Ejemplo: Estiramiento de isquiotibiales con toalla

  1. La parte posterior de las piernas o los isquiotibiales se estiran aquí, sin necesidad de tocarse los dedos de los pies:
    Acuéstese boca arriba, con las piernas rectas y relajadas.
  2. Levante lentamente una pierna hacia el techo sin doblar la rodilla, manteniendo la pierna relajada.
  3. Enganche la toalla o la correa detrás del tendón de la corva o la pantorrilla o debajo del arco del pie, según lo que le resulte cómodo.
     
  4. Usando su toalla o correa, jale suavemente su pierna hacia usted hasta que sienta el estiramiento.
     
  5. Sostenga por hasta 30 segundos.
     
  6. Cambia de pierna.
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