¿Qué pasa si hago ejercicio y me tomo una cerveza?
Lo recomendable es no ir a entrenar el día que vayas a beber alcohol, ni tampoco con la resaca del día anterior.
Existe el mito de que es bueno beber una cerveza después de entrenar. Ante ello, quienes están a favor de la cerveza aseguran que su consumo después de ejercitarse ayuda a recuperar el nivel hídrico. Sin embargo, beber una cerveza después del gimnasio no es la mejor opción.
De acuerdo con ABC Bienestar, es cierto que esta bebida contiene hidratos de carbono, e incluso algunas vitaminas, pero es importante recordar la presencia de alcohol y esto precisamente hace que nos deshidratemos aún más tras haber hecho ejercicio
Pero la deshidratación no es el único motivo: "El alcohol perjudica la síntesis de las proteínas que aumentan el tamaño muscular y la reparación de los músculos". Así lo afirmó John Hawley, investigador de la Australian Catholic University, en un reportaje publicado en la revista Time.
La cerveza y el ejercicio
Por otro lado, Hawley asegura que "El alcohol también limita la capacidad de los músculos de absorber la glucosa, que es la sustancia que proporciona energía. Por lo tanto, el entrenamiento es más flojo y se pierden menos calorías", explicaba el experto.
Entonces, el portal del Women 's Health indica que lo recomendable es no ir a entrenar el día que vayas a beber alcohol, ni tampoco con la resaca del día anterior, pues el sitio web mencionado dice que los efectos del alcohol podrían seguir en tu cuerpo.
Ahora bien, especialistas destacan la importancia de beber agua después de un entrenamiento, pues esto ayudará a reponer el agua y minerales perdidos después de hacer ejercicio. Ante ello, Women 's Health señala "No bebas cerveza antes de entrenar. Y si decides hacerlo después, opta por una sin alcohol".
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