Fumadores pasivos: Los daños y riesgos que provoca el humo de otros
Día Mundial Sin Tabaco: Una persona que fuma puede estar dañando la salud de quienes lo rodean con el humo de su cigarro.
Desde hace años se ha alertado sobre los daños que puede ocasionar el tabaquismo en fumadores activos, pero también es importante señalar que el humo ambiental del cigarro también daña a otras personas: Los fumadores pasivos.
En el humo de tabaco hay miles de productos químicos conocidos como el cadmio, plutonio, DDT, arsénico y muchos más, de los cuales por lo menos 250 son nocivos y unos 50 son cancerígenos, apunta el Hospital Alemán.
En un espacio cerrado, todos quedamos expuestos al humo ambiental de tabaco y sus efectos perjudiciales para la salud, especialmente los niños, indica un artículo de esta institución.
Cuando se fuma en un ambiente cerrado las sustancias del humo ambiental de tabaco quedan en suspensión y permanecen por muchas horas e incluso días o semanas.
Cabe señalar que ventilar abriendo puertas y ventanas no es suficiente. El humo y el olor pueden irse, sin embargo, las sutancias quedan en suspensión pegadas a cortinas, muebles, ropa y el cabello.
Fumar cuando no están los niños
Muchas personas aprovechan para fumar cuando los niños no están en casa pensando que de esa manera los protegen, pero es importante que sepan que el riesgo continúa presente.
La única alternativa es hacerlo fuera de los ambientes cerrados, es decir, patio, terraza o balcón, pues se sabe que fumar en la cocina o el lavadero no los protege del daño.
Daños del tabaquismo pasivo
- El tabaquismo pasivo puede causar graves daños como:
- Enfermedades cardiovasculares y respiratorias, entre ellas la cardiopatía coronaria
- Cáncer de pulmón
- Síndrome de muerte súbita en el lactante
Unos 700 millones de niños, o sea, casi la mitad de los niños del mundo, respiran aire contaminado por humo de tabaco.
Más de un 40% de los niños tienen al menos un progenitor fumador. En 2004 los niños fueron víctimas del 31% de las 600 000 muertes prematuras atribuibles al humo ajeno.
Los efectos inmediatos del tabaquismo pasivo o el humo del cigarro incluyen irritación de los ojos, la nariz, la garganta y los pulmones. También dolor de cabeza, náuseas y mareos.
Si tú o alguien de tu familia fuman y quieren dejar de hacerlo, una sugerencia es acudir con el médico para que los guíe y recomiende un tratamiento eficaz o les recomende un especialista.
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