Hombre pensó que su dolor abdominal era por comer en la calle y le encuentran cáncer colorrectal
El hombre no le dio importancia a lo que le ocurría.
A sus 37 años Freddy Herrera empezó a sentir molestias estomacales pero no le dio mucha importancia. Pensó que los dolores abdominales era por algo que se había comido.
En una nota publicada por Univisión el hombre contó que a raíz de esto le diagnosticaron un cáncer colorrectal. Los dolores de estómago y contracciones intestinales iniciales variaban en intensidad. Llevaba un estilo de vida sano. Él lo atribuía al hecho de comer mucho en la calle debido a su trabajo.
“Los síntomas que notaba eran menores y no eran permanentes. Por suerte tenía una relación con mi médico de atención primaria al que siempre iba para hacerme mis chequeos anuales”, cuenta.
Ante la insistencia de él lo remitieron y le hicieron infinidad de pruebas. Apenas despertó de la colonoscopia, le informaron que le habían encontrado un tumor.” No voy a decirte que es cáncer, pero parece”, le indicó el doctor.
Lo operaron en diciembre de 2018 y le extrajeron 50 centímetros del colon. Se enteró de que el cáncer estaba en estadio III y había llegado a las glándulas linfáticas.
Desde entonces, ha pasado por numerosos ciclos de quimioterapia y cirugías. “Llevo 8 operaciones. Mi anatomía no es la misma. Me han quitado parte del colon, del hígado, de la glándula suprarrenal y los pulmones. También tuve una hernia y hubo que que repararla, pero de todas me he recuperado muy rápido”.
CÁNCER COLORRECTAL
El cáncer colorrectal es una enfermedad en la cual las células en el colon o el recto se multiplican sin control.
Hay que descubrir pólipos con el fin de que se extirpen antes de que se conviertan en cáncer, según los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades.
La detección de este tipo de cáncer sirve para encontrar cáncer colorrectal en un estadio temprano, cuando el tratamiento es más eficaz. Los síntomas pueden incluir:
- Un cambio en hábitos fecales.
- Sangre en la materia fecal (defecación).
- Diarrea, estreñimiento o la sensación de que el intestino no se vacía por completo.
- Dolores, molestias o cólicos abdominales que no desaparecen.
- Pérdida de peso inexplicable.
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