La obesidad no es solo producto de comer en exceso, expertos revelan más datos
La obesidad es una enfermedad global. Según la OMS, en el año 2016, más de 1900 millones de adultos de 18 o más años tenían sobrepeso, de los cuales, más de 650 millones eran obesos.
La obesidad se considera un trastorno del equilibrio energético. Muchas personas, consumen más energía de la que queman y se suma un desequilibrio agravado por los estilos de vida sedentarios. El estudio fue publicado en ‘The American Journal of Clinical Nutrition’.
Las Pautas Dietéticas del USDA para los Estadounidenses 2020-2025 establecen que los adultos deben reducir la cantidad de calorías que se obtienen de alimentos y bebidas. Al mismo tiempo se debe aumentar la actividad física.
Un informe de expertos de 2013 de varias importantes asociaciones profesionales de la salud afirma: "Para lograr la pérdida de peso, se requiere un déficit de energía". Un libro de texto influyente concluye: "Todas las dietas que dan como resultado la pérdida de peso lo hacen en una base y una sola base: reducen la ingesta total de calorías ”.
¿Qué hacer con la obesidad?
Hay un modelo llamado carbohidrato-insulina (CIM) que se refiere al aumento de la deposición de grasa en el cuerpo trayendo como resultado respuestas hormonales a dietas con alta carga glucémica y que genera un balance energético positivo.
Por eso se necesita de mayor investigación a fin de comparar la validez y las implicaciones sustancialmente diferentes para el manejo de la obesidad, y para generar nuevos modelos que abarquen mejor la evidencia.
El CIM propone una inversión de la dirección causal. Un balance energético positivo no provoca un aumento de la grasa; sino un cambio en la partición del sustrato que favorece el almacenamiento de grasa y genera un balance energético positivo.
Se necesitará una investigación rigurosa que utilice diseños complementarios para resolver el debate y buscar el camino hacia nuevos modelos que abarquen una mejor evidencia.
En el caso de este modelo llamado carbohidrato-insluna proporciona un marco conceptual para comprender cómo otros componentes dietéticos como fructosa, tipos de proteínas y ácidos grasos, fibra, orden de comida dentro de una comida, comportamientos, horario de las comidas, ritmo circadiano, actividad física y exposiciones ambientales pueden afectar el peso corporal a través de mecanismos asociados.
El estudio agrega en términos generales que para poder comprender la obesidad se debe tomar en cuenta no solo la cantidad de comida que ingerimos suno otros factores que afectan nuestro cuerpo.
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