Una inyección en la rodilla podría detener degeneración del cartílago de la rodilla
Un grupo de científicos están trabajando en un método mediante el cual una simple inyección en la rodilla podría potencialmente detener los efectos de la enfermedad.
Demostraron que se podían apuntar a una ruta de proteína específica en ratones, ponerla a toda marcha y detener la degeneración del cartílago con el tiempo.
Se pudo demostrar que en ratones con degeneración del cartílago de la rodilla que fue inducida por cirugía a través de la nanomedicina podría reducir drásticamente la degeneración del cartílago y el dolor de rodilla. Estos hallazgos fueron publicados en Science Translational Medicine .
Ling Qin, PhD, un profesor asociado de Cirugía Ortopédica explicó que su activación podría usarse para tratar la osteoartritis, y en este estudio, demostraron por primera vez que activarla en exceso dentro de la rodilla bloquea la progresión de la osteoartritis.
Qin explicó que las pruebas de otros laboratorios que funcionan con EGFR han obtenido resultados "confusos y controvertidos". También han encontrado los vínculos entre la osteoartritis y las deficiencias de EGFR, que formaron la base de su hipótesis.
Investigadores compararon ratones típicos con aquellos que tenían una molécula que se unía al receptor del factor de crecimiento epidérmico (EGFR), llamada ligando, que estaba sobreexpresada en los condrocitos, los componentes básicos del cartílago.
Cuando los ratones envejecieron, su cartílago era resistente a la degeneración y otras características de la osteoartritis, incluso si el menisco de la rodilla estaba dañado.
En una nueva serie de pruebas, crearon nanoterapéuticos uniendo un potente ligando EGFR, factor de crecimiento transformante alfa, en nanopartículas sintéticas, para inyectar en ratones que ya tenían daño en el cartílago de las rodillas.
"Los ligandos de EGFR libres tienen una vida media corta y no se pueden retener dentro de una cápsula articular debido a su pequeño tamaño", explicó Zhiliang Cheng, PhD, profesor asociado de investigación en Penn Engineering y otro de los coautores correspondientes del artículo. "Las nanopartículas ayudan a protegerlas de la degradación, las restringen dentro de la articulación, reducen la toxicidad fuera del objetivo y las llevan a lo más profundo del cartílago denso para llegar a los condrocitos".
Cuando a los ratones se les inyectaron estos nanoterapéuticos, los investigadores vieron que disminuían la degeneración del cartílago y el endurecimiento de los huesos, además de aliviar el dolor de rodilla. Tampoco se observaron efectos secundarios importantes en los ratones que fueron tratados.
Aunque todavía falta probarlo en humanos, las nanopartículas utilizadas ya han sido probadas clínicamente y consideradas seguras, lo que facilita su rápida traducción al uso clínico.
Con información de Penn Medicine.
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