Padres denuncian que su bebé fue decapitado en el parto por la doctora que le asistió
Era el primer bebé de estos padres jóvenes y el hecho ocurrió en el hospital de Riverdale, ubicado en Georgia.
Los padres denunciaron lo ocurrido con su bebé y culpan al médico y al hospital. | Teemu R en Pexels.
La madre y el padre del bebé, Jessica Ross y Treveon Isaiah Taylor, denunciaron que la doctora que le asistió ejerció mucha fuerza al momento de dar a luz a su bebé.
Según una nota compartida por CBS News, el hecho ocurrió el pasado 9 de julio. El abogado de ellos Cory Lynch mencionó que la pareja estaba muy emocionada por el nacimiento de su bebé.
El médico que le atendió es una obstetra y ginecóloga certificado que ha estado practicando en el área de Atlanta desde enero de 2005. La demanda de la familia dice que el bebé quedó atascado durante el parto.
En cambio, aplicó una ‘fuerza ridículamente excesiva’ en la cabeza y el cuello del bebé para tratar de sacarlo", dijo el abogado Roderick Edmond, quien también es médico.
LO QUE OCURRIÓ DESPUÉS CON EL BEBÉ DE ESTOS PADRES
Pasaron aproximadamente tres horas antes de que la doctora llevara a la joven a una cesárea, según la demanda. El monitor fetal había dejado de registrar los latidos del corazón.
Con la cesárea extrajo las piernas y el cuerpo del bebé, pero la cabeza salió por vía vaginal, según el abogado. La pareja pidió una cesárea antes, cuando el bebé aún podría haber sobrevivido, pero se la negaron, dijo Edmond.
Los abogados acusaron al personal de Southern Regional de “disuadir a la pareja de hacerse una autopsia, alentándolos a incinerar a su hijo y envolviendo y apuntalando su cuerpo y parecer que la cabeza todavía estaba unida”.
La muerte durante el parto se conoce como muerte fetal intraparto. De acuerdo al Instituto Nacional de Salud de Estados Unidos (NIH) las causas de estos nacimientos de un niño muerto tienden a ser diferentes de las causas de la muerte fetal antes del trabajo de parto.
Unicef especifica que cada 16 segundos se produce una muerte fetal, es decir cerca de dos millones de bebés nacen muertos cada año.
Lo que hace que estas muertes sean aún más trágicas es que la mayoría de ellas podrían prevenirse con una atención de calidad durante el embarazo y el parto.
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