Tener perros o gatos ayuda a la salud cognitiva y reduce riesgo de discapacidad: Estudios
Dos estudios han sugerido que las mascotas se relacionan con un menor deterioro cognitivo, especialmente en adultos mayores.
Las mascotas, ya sea perros o gatos, han mostrado ser de beneficio para la salud cognitiva. | Unsplash
Dos nuevos estudios han sugerido que las mascotas se relacionan con un menor deterioro de la cognición, especialmente en personas mayores, y tener un perro con un menor riesgo de sufrir una discapacidad.
La primera de las investigaciones, de tipo observacional y que publica Plos, realizada con 11 mil 233 japoneses de 65 a 84 años, señaló que aquellas personas con perro tenían aproximadamente la mitad de probabilidades de sufrir una discapacidad que aquellos que nunca habían sido dueños de un can.
Sin embargo, no había diferencia en el riesgo para los dueños de los gatos, indicó el estudio que firma el Instituto Nacional de Estudios ambientales de Tsukuba (Japón).
DESTACAN BENEFICIOS DE TENER MASCOTAS
La menor posibilidad se mantuvo incluso después de tomar en cuenta factores sociodemográficos y de salud que podrían influir en el riesgo de discapacidad, como el estado civil, los antecedentes de enfermedades crónicas o el tiempo pasado al aire libre.
Sin embargo, tener un perro o un gato no se asoció a un menor riesgo de muerte por cualquier causa.
Por su parte, el estudio estudio sugirió que tener un perro o gato como mascota, especialmente durante más de cinco años, podría estar asociado con un declive cognitivo más lento en adultos mayores.
De acuerdo con Tiffany Braley de la Universidad de Michigan y líder del estudió recordó que otras investigaciones han sugerido que el vínculo humano-animal puede tener beneficios para la salud de los dueños como la disminución de la presión arterial y el estrés, así que este nuevo trabajo apunta que "una mascota también protege contra el deterioro cognitivo".
Si bien un animal de compañía también puede aumentar la actividad física y beneficiar la salud cognitiva, la experta consideró que se necesitan nuevas investigaciones para confirmar estos datos e identificar los mecanismos subyacentes de esta asociación.
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