Violencia y salud mental: Principales preocupaciones en escuelas de Chile
Los estudiantes podrian haber sido afectados tras dos a;os de pantemia
Violencia y salud mental en estudiantes de Chile | PEXELS
Las principales inquietudes de los directivos de las escuelas en Chile, son derivadas de la violencia y las condiciones de salud mental tanto en estudiantes como los docentes de las instituciones, según lo indica el Monitoreo Escolar en Pandemia de mayo, estudio realizado por la Universidad de Chile y la Universidad Católica.
Los resultados recabados de 1.231 planteles educativos en Chile, un 25 % tiene como desafío la violencia de parte de estudiantes, seguido de la ausencia de docentes y equipos. Además, un 9,4% de los docentes de aula está con licencia médica, ha reducido su jornada o ha renunciado.
Datos muestran que un 48 % de las escuelas, indican que la violencia dentro de las instituciones está peor que como era antes de la pandemia, aunque esta cifra se redujo levemente respecto a lo reportado en abril (53 %), según la publicación.
Por otro lado, el 79 % de los directores y directoras percibe un deterioro de la salud mental de sus estudiantes, siendo más agudo en cursos secundarios (83 %).
¿Estudiantes afectados por la pandemia?
“Estos datos son un grito de ayuda desde las escuelas al que debe responder toda la sociedad. Los ex alumnos y ex alumnas de cada colegio debieran acercarse a ofrecer apoyo. Esto es una emergencia,” dijo la profesora de la Escuela de Gobierno UC, Susana Claro.
"Un 12 % de los encuestados cree que sus estudiantes han sido aún más afectados por la pandemia que el resto del país. Ahí debiéramos estar con diez veces más refuerzos. Claro que esta encuesta es solo muestral, para saber exactamente a qué escuelas reforzar más necesitamos datos censales”, agregó.
En marzo de este año, Chile volvió a las clases presenciales obligatorias tras dos años de pandemia por covid-19. Desde que llegó el virus en marzo de 2020, no se había producido un retorno presencial rotundo por falta de consenso entre el entonces gobierno de Sebastián Piñera, partidario de volver a las clases, y el gremio de profesores, que durante meses denunció que no existían los medios e infraestructura para cumplir los aforos y protocolos sanitarios.
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