Día de Muertos: ¿Se puede consumir comida expuesta en el altar?
La comida expuesta en los altares es cargada con las energías de los visitantes por lo que su esencia queda impregnada en ella.
La celebración del Día de Muertos se lleva a cabo los días 1 y 2 de noviembre ya que esta se divide en categorías: De acuerdo con el calendario católico, el 1 de noviembre corresponde a Todos los Santos, día dedicado a los “muertos chiquitos” o niños, y el día 2 de noviembre a los fieles difuntos, es decir, a los adultos.
Año con año las familias mexicanas esperan esta fecha con gran emoción para preparar un altar con ofrendas dedicado a sus seres queridos que han partido a otro mundo. Está decorado con flores de cempasúchil, papel picado, calaveritas de azúcar, pan de muerto, y algún platillo que le gustaba a sus familiares.
De acuerdo a las tradiciones la comida expuesta en los altares es cargada con las energías de los visitantes por lo que su esencia queda impregnada en ella. Siguiendo esta creencia no es recomendable comer los alimentos, pero dejando atrás los tabúes los alimentos pueden ser consumidos.
¿Cuándo es posible consumir alimentos?
Preparaciones como mole, tamales y demás guisos es mejor no ingerirlos, de acuerdo con Infobae estos pueden estar en descomposición debido al tiempo que estuvieron sin refrigeración y expuestos al calor de las velas. Esto podría ser perjudicial para la salud.
Sin embargo, una nota publicada por El Financiero, dice que la fruta expuesta en el altar, es segura, sólo que es importante lavarla muy bien antes de consumirla. Las calaveritas son las mejores sobrevivientes, algunas familias las reutilizan al siguiente año o las reparten entre los niños.
El pan de muerto, es un elemento que nunca falta en el altar, pero su consumo dependerá del tipo de pan, hay algunos panes que se vuelven duros por los días a la intemperie, pero si aún es suave es buena idea comerlo.