¿Por qué no deberías deshacerte de la seda de maíz?

La seda del maíz ( Stigma maydis ) es la capa de hebras brillantes parecidas a hilos que se encuentran entre la cáscara del maíz y la mazorca, según Cleveland Clinic.

Estudios afirman que la seda de maíz está relacionada con grandes beneficios para la salud, pues la seda cuenta con nutrientes como carbohidratos, fibra, minerales como calcio, hierro, sodio, potasio, zinc, cloruro y proteína.

Un estudio afirma que se utiliza para el tratamiento de cistitis, edema, cálculos renales, diuréticos, trastornos de la próstata e infecciones urinarias, así como para la enuresis nocturna y la obesidad, entre otros.

Beneficios de la seda de maiz

La seda del maíz contiene antioxidantes, y de acuerdo con la dietista Susan Campbell, RD, LD, “los antioxidantes protegen contra la inflamación y los efectos del envejecimiento, así como contra enfermedades como el cáncer y la diabetes”.

Según una investigación, el extracto puede disminuir los niveles de glucosa y contribuir a evitar problemas como la neuropatía vinculada a la diabetes, que se caracteriza por lesiones nerviosas.

Además los flavonoides en la seda de maíz pueden mejorar los niveles de colesterol al reducir los triglicéridos y las lipoproteínas de baja densidad (LDL). 

Pese a los beneficios, la especialista recomienda la ingesta de seda de maíz a su dieta si está embarazada, amamantando o tomando algún medicamento, por lo que antes de consumirla sería importante consultar a tu proveedor de salud.