¿Es bueno o malo perder peso demasiado rápido? Esto dice un experto
Es importante tener metas reales y que no representen riesgos para la salud.
Generalmente cuando una persona decide bajar de peso, quiere que suceda pronto y se desespera si no ve cambios en el corto plazo. No obstante, la mayoría de expertos en salud señalan que la pérdida de peso rápida no es el camino a seguir.
El endocrinólogo y especialista en obesidad de Clínica Clevelan, Marcio Griebeler, explica que es malo bajar de peso tan rápido y lo mejor es hacerlo lentamente y de forma constante.
PERDER PESO RÁPIDO NO ES SOSTENIBLE
El experto detalla que la pérdida de peso se ve determinada por el peso, edad y nivel de actividad de la persona y es mejor no preocuparse demasiado por la cantidad de kilos que deben bajarse.
En su lugar, mira el plan de dieta que se está siguiendo para perder peso. Las dietas extremas con grandes promesas generalmente caen dentro de la categoría de "pérdida de peso rápida".
El doctor Griebeler indica que si la dieta no es algo que se pueda seguir durante meses o años, probablemente sea un plan de pérdida de peso rápida y esos trucos no son una forma saludable ni sostenible de perder peso.
"Una meta más moderada de perder de 1 a 2 libras (cerca de medio kilo o un kilo) por semana tiende a tener más éxito a largo plazo", menciona.
RIESGOS DE PERDER PESO RÁPIDO
Perder peso rápidamente puede resultar muy atractivo, sin embargo, la mayoría de las veces son malas para la salud y pueden representar los siguientes riesgos.
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El metabolismo cambia a marchas bajas
El metabolismo fuera de control puede dañar la capacidad del cuerpo para mantener el peso y se ralentiza el proceso de quema de calorías, pues el organismo entra en modo de supervivencia.
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Se pierde masa muscular
Cuando se reducen las calorías, es posible que el número en la báscula sí caiga pero no solo se pierde grasa, sino también músculo.
“Es más difícil perder peso cuando no tienes suficiente masa muscular porque los músculos queman muchas calorías”, expresa el doctor de Clínica Cleveland.
La pérdida de peso más lenta combinada con el ejercicio, por otro lado, le da al cuerpo tiempo para perder grasa mientras mantiene su masa muscular.
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Se pierden nutrientes importantes
El cuerpo necesita una cierta cantidad de grasas, proteínas y carbohidratos para funcionar. También necesita toda una gama de vitaminas y minerales. Cuando se reducen drásticamente las calorías o eliminan grupos completos de alimentos como carbohidratos o lácteos, corre el riesgo de:
- Problemas digestivos como el estreñimiento.
- Fatiga y pérdida de energía.
- Pérdida de densidad y fuerza ósea.
- Baja inmunidad a las enfermedades.
- Perdida de cabello.
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Se abandona la dieta
Cuando se busca una pérdida de peso rápida, es posible que se vuelva más difícil, no más fácil, seguir perdiendo peso. Después de un par de semanas, es probable que se sienta hambriento todo el tiempo. La tentación de meterse en la cama con una caja de galletas es real.
No culpes a la falta de fuerza de voluntad. Son tus hormonas, y están haciendo exactamente para lo que fueron diseñadas. Reducir demasiadas calorías demasiado rápido desencadena cambios hormonales que dan ganas de comer”, dice el Dr. Griebeler.