Enfermedades

¿Cómo afecta el calor al funcionamiento del cerebro?

Descubre las consecuencias de las altas temperaturas en tu cerebro

Kimberly Salazar

¿Sabías que el verano aporta grandes beneficios al organismo y al cerebro? Una exposición determinada al sol, ayuda en la producción de serotonina, una sustancia química que provoca positivamente a nuestro estado de ánimo. La luz solar estimula la conocida como “vitamina del sol”, la vitamina D, con múltiples beneficios para la salud. 

Sin embargo, hay un límite de calor a partir del cual nuestro cerebro ya no funciona correctamente, los 40ºC, es ahí cuando el hipotálamo es alertado, pues es una región del cerebro que regula la temperatura, somos capaces de mantener una temperatura constante de unos 37ºC, independientemente de la temperatura ambiental.  

De tal forma que, cuando nuestro cuerpo sobrepasa la temperatura de los 40ºC, podemos sufrir ciertas afecciones como un golpe de calor, debido a que el hipotálamo deja de funcionar como debería  y no controla nuestro sistema natural de enfriamiento, la transpiración (el sudor). 

Somos capaces de mantener una temperatura constante de unos 37ºC, independientemente de la temperatura ambiental

¿Por qué el cerebro se ve afectado con el calor?

En el momento que nuestro cuerpo presenta temperaturas por encima de los 40ºC, el hipotálamo como en función de alerta, comienza a trabajar en exceso para mantener una temperatura corporal normal, dejando en segundo lugar otras actividades vitales como la atención y nuestra capacidad de respuestas las cuales se vuelven más lentas.

En consecuencia, las personas se muestran más cansadas y apáticas. Todo esto afecta el estado de ánimo, causando irritabilidad y confusión. Además con el  calor las proteínas se desnaturalizan pierden su estructura, “se derriten”  lo cual afecta y mucho a las neuronas.

Todo este proceso, desencadena una respuesta inflamatoria que modifica la homeostasis (equilibrio) del tejido nervioso. Pues, las altas temperaturas afectan a la barrera hematoencefálica que protege a nuestro sistema nervioso central, alterando ese equilibrio. 

En concreto, hay un tipo específico de neuronas especialmente sensible al daño, las células de Purkinje. Estas neuronas se encuentran en el cerebelo, y son responsables de la función motora. De ahí, que uno de los síntomas característicos de un golpe de calor sea la debilidad motora con afectación grave de la coordinación y el equilibrio.

Otra de las funciones del hipotálamo es regular los ciclos de sueño y vigilia, y las altas temperaturas pueden afectar en nuestros descansos. Las altas temperaturas confunden al hipotálamo, y se produce una hiperexcitación del cerebro, por lo que nos cuesta más conciliar el sueño.

Por último, el calor extremo puede provocar deshidratación misma que puede llegar a conducir a alteraciones graves como pérdida de memoria a corto plazo, somnolencia o fatiga muscular.

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