Enfermedades

Descubren tratamiento con calor para prevenir primeros signos de artritis

El tratamiento permitiría preservar la integridad del cartílago al impedir su degeneración. 

EFE

Un método basado en la aplicación de calor sobre el cartílago durante la práctica de ejercicio físico que podría ayudar a prevenir los primeros signos de artritis de rodilla fue descubierto por científicos de la Esecuela Politécnica Federal de Lausana (EPFL). 

El equipo de especialistas descubrió que combinar un incremento de la temperatura con la estimulación mecánica del cartílago favorece la producción del tejido celular, lo que permite preservar la integridad del cartílago al impedir su degeneración.

En un comunicado, Dominique Pioletti, director del Laboratorio de Ortopedia Biomecánica de la Escuela de Ingeniería de la EPFL, explicó que la artritis de rodilla erosiona gradualmente el cartílago encargado de amortiguar el impacto entre los huesos de las articulaciones. 

La artritis es una enfermedad que puede provocar un dolor intenso. Foto: Unsplash

APLICAN CALOR SOBRE LAS CÉLULAS DEL CARTÍLAGO

Además, detalló que es una enfermedad sin tratamiento y degenerativa, una vez que comienza el proceso de desgaste del cartílago es irreversible y provoca un dolor intenso. 

Cuando el cartílago se empieza a degenerar pierde la capacidad de acumular calor, lo que provoca que la temperatura del tejido no suba e impide que las células funcionen de forma óptima”.

Para la elaboración del estudio, publicado en la revista especializada "eLife", se contó con la participación de algunos alumnos de la propia universidad, que se prestaron voluntariamente como objeto de estudio.

El análisis consistió en un escáner de las rodillas de los estudiantes en reposo y luego nuevamente tras subir ocho tramos de escaleras. Los resultados mostraron que la temperatura del cartílago aumentó cinco grados tras ser sometido a ejercicio físico.

“El cartílago no contiene vasos sanguíneos y, por lo tanto, tiene tendencia a retener el calor cuando caminamos o corremos”, explicó Pioletti.

Los investigadores trasladaron los resultados al laboratorio, aplicaron calor a las células del cartílago a través de un biorreactor y comprobaron que cuando se combinan los efectos mecánicos y térmicos las células del cartílago muestran mayor cantidad de genes relacionados con el mantenimiento del cartílago.

Los expertos calculan que en los tres próximos años ya podrían tener resultados concluyentes sobre la interrelación entre la formación del cartílago, la temperatura y la carga mecánica. 

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