Niño de 4 años se quejó de dolor de oído; descubrieron que tenía un alambre alojado
El menor estaba comiendo una hamburguesa que llevaba en ella un alambre del cepillo que se utiliza en la parrilla.
En Estados Unidos, una doctora experta en medicina de urgencias pediátricas compartió el "interesante caso" en sus redes sociales de un niño de 4 años que presentó dolor de oído, pero no encontraban nada anormal tras acudir en dos ocasiones al hospital hasta que ella lo atendió y descubrieron que tenía un alambre.
A través de su cuenta de TikTok, la doctora Meghan Martin relató que el pequeño estaba comiendo una hamburguesa en un asado cuando de repente agarró su oreja y comenzó a llorar quejándose de dolor de oído.
El menor fue trasladado a urgencias, donde le hicieron un examen de oído que resultó normal "como si no tuviera nada", dos días después volvió a urgencias y le hicieron una tomografía de mastoides, sin embargo, todo parecía totalmente normal y le dijeron que volviera a pediatra y al otorrino en un par de días.
Así que ahora estamos entre el día siete y el día 10 y él vuelve al servicio de urgencias a las 4:30 de la mañana y yo soy el médico de guardia".
LA CAUSA DE SU DOLOR DE OÍDO FUE UN ALAMBRE
La doctora explicó que en ese momento el niño ya tenía algo de fiebre y no quería comer ni beber, así que no tienen idea de lo que le pasa.
Tras una serie de estudios y análisis, por fin obtuvieron una respuesta en la tomografía y encontraron que tenía un alambre de unos dos centímetros alojado en los tejidos periamigdalines de la derecha y había comenzado a desarrollar un absceso a su alrededor.
Al indicar cómo llegó ese objeto ahí, la doctora Martin indicó que el niño había estado comiendo una hamburguesa cuando eso pasó, así que los alambres de metal en el cepillo de la parrilla se habían alojado en el alimento y cuando él lo consumió, el alambre se alojó en los tejidos blandos.
De acuerdo con CNN, un estudio de 2016 estimó que se produjeron unas 130 lesiones por cepillado de parrillas al año en urgencias de Estados Unidos entre los años 2002 y 2014.
El menor tuvo que ser operado y los doctores fueron capaces de eliminar lo que le sucedía y drenar el absceso. "Le empezaron a dar antibióticos y el dolor se resolvió por completo", dijo.
Para concluir este caso, la doctora dijo que no se deben utilizar cepillos de rejilla con alambres metálicos, pues no solo existe el riesgo de que se alojen en los tejidos blandos de la garganta, sino que también pueden provocar obstrucciones intestinales y perforaciones en el abdomen.