Signos y síntomas para identificar posibles coágulos en la sangre
Poner en práctica algunos consejos de autocuidado pueden ayudar a disminuir el riesgo de desarrollar coágulos sanguíneos.
Los coágulos sanguíneos son masas gelatinosas de sangre. Clínica Mayo explica que son de beneficio cuando se forman como respuesta a una lesión o a un corte, debido a que taponan el vaso sanguíneo que se encuentra lesionado, y el sangrado se detiene.
Asimismo, indica que estos se forman cuando algunos componentes en la sangre se espesan y forman una masa semisólida. Este proceso puede resultar de una lesión o, a veces, puede producirse en el interior de los vasos sanguíneos que no presentan un lesión evidente.
Cuando se forman dichos coágulos, se pueden desplazar a otros sitios del cuerpo y provocar daños.
La Agency for Healthcare Research and Quality (AHRQ) subraya que los coágulos pueden formarse si una persona pasa mucho tiempo sin moverse. También pueden deberse a las siguientes causas:
- Fuiste operado recientemente.
- Tienes 65 años o más.
- Tomas hormonas, especialmente como método anticonceptivo. (Es importante consultar a tu médico al respecto.)
- Has tenido cáncer o recibes tratamiento contra el cáncer.
- Te rompiste un hueso (cadera, pelvis o pierna).
- Tienes un chichón o moretón grande.
- Padeces obesidad.
- Pasas mucho tiempo en cama o en una silla.
- Tuviste un infarto cerebral (embolia o derrame) o está paralizado.
- Un médico te colocó un puerto especial para administrar medicamentos.
- Tienes venas varicosas o enfermas.
- Tienes problemas del corazón.
- Ya antes tuviste coágulos (trombosis, embolia, derrame).
- Un familiar tuyo ha tenido problemas de coágulos.
- Has hecho un viaje largo (de más de una hora) en auto, avión, autobús o tren.
Por su parte, Clínica Mayo también incluye estas causas en la formación de coágulos:
- Enfermedad del coronavirus 2019 (Covid-19)
- Factor V Leiden
- Arritmia cardíaca (problemas con el ritmo cardíaco)
- Enfermedad arterial periférica
- Policitemia vera
- Embarazo
- Tabaquismo
SÍNTOMAS
La formación de coágulos puede manifestarse con algunas señales y síntomas. La AHRQ explica cuáles son para aprender a identificarlos:
- Hinchazón nueva en un brazo o pierna.
- Enrojecimiento de la piel.
- Dolor en el brazo o pierna.
- Un punto caliente en una pierna.
Es importante tomar en cuenta que los coágulos pueden ser peligrosos. La AHRQ señala que los que se forman en las venas de las piernas, brazos o ingles se pueden desprender y desplazar a otras partes del cuerpo, como son los pulmones. En estos casos se denomina embolia pulmonar y puede poner en peligro tu vida.
Un coágulo en los pulmones se puede manifestar con los siguientes síntomas:
- Dificultad para respirar.
- Dolor de pecho.
- Latidos cardiacos rápidos.
- Desmayos.
- Fiebre leve.
- Tos, con o sin sangre.
ESTILO DE VIDA
Una manera de disminuir el riesgo de desarrollar coágulos sanguíneos es poniendo en práctica los siguientes consejos que comparten especialistas de Clínica Mayo:
- Evita estar sentado durante largos periodos de tiempo (Si viajas, camina por el pasillo o si vas en automóvil, detente frecuentemente y camina un poco).
- Mantente en movimiento. En caso de que te hayan operado, es recomendable levantarte y moverte un poco (Siempre con la autorización de tu médico).
- Bebe suficientes líquidos. La deshidratación puede contribuir al desarrollo de coágulos.
- Pierde peso.
- Controla la presión arterial.
- Deja de fumar.
- Haz ejercicio regularmente.