¿Inhalar cloro puede traer consecuencias a una mujer embarazada?
Descubre las claves para proteger al bebé de las sustancias químicas durante el embarazo
El embarazo es una fase singular y significativa en la vida de toda mujer, pero también es un periodo especialmente delicado que requiere atención en la alimentación y las acciones que se llevan a cabo. Al proteger al bebé en desarrollo, resulta crucial mantener el cuerpo saludable y tomar precauciones frente a ciertas sustancias químicas que, de otro modo, suelen estar presentes en nuestra rutina diaria.
Existe muchos riesgos durante el embarazo, y uno de ellos son inhalar productos de limpieza como podría ser el cloro. El cloro es un líquido que genera vapores tóxicos y la exposición prolongada o repetida a niveles elevados puede traer consecuencias.
De acuerdo con el portal de Welthy, el cloro es un elemento bastante tóxico y al inhalarlo puede acarrear una intoxicación importante, la importancia de estar alerta es debido a que existen diferentes productos que pueden contener cloro, desde piscinas, pinturas, pesticidas o artículos de limpieza.
¿Cuáles son los signos de intoxicación?
El sitio web antes mencionado indica que una intoxicación por cloro puede sucederle a cualquier persona, pero en el caso de una embarazada su bebé también esta en riesgo. Estos son los síntomas más frecuentes de una intoxicación por cloro.
- Dificultad para respirar.
- Inflamación o dolor de garganta.
- Ardor en nariz, oídos, ojos, labios o lengua.
- Dolor abdominal.
- Vómitos.
- Quemaduras en el conducto digestivo.
- Irritación.
- Baja presión arterial.
- Edema pulmonar.
Si una mujer embarazada necesita estar cerca de lugares con cloro, se recomienda que tomar precauciones para reducir la exposición, como:
- Limitar el tiempo de exposición al cloro y asegurarse de estar en espacios bien ventilados.
- Evitar permanecer cerca de piscinas o áreas con altos niveles de cloro durante períodos prolongados.
- Usar gafas de protección, máscaras o pañuelos para cubrir la nariz y la boca.
- Darse una ducha o bañarse después de la exposición para eliminar cualquier residuo de cloro en la piel.
- Consultar al médico si surge alguna inquietud o si experimenta algunos de los síntomas antes mencionados.