Aislamiento social y soledad se asocian a un mayor riesgo de muerte, según investigación
Investigadores señalaron que disminuir el aislamiento social y la soledad podrían contribuir a una mejor salud.
Una investigación que revisa 90 estudios ha señalado que el aislamiento social y la soledad se relacionan a un riesgo mayor de muerte por todas las causas.
Las conclusiones, publicadas en la revista Nature Human Behavior, sugieren que disminuir el aislamiento social y la soledad podría contribuir a mejorar la salud y el bienestar de las personas.
De acuerdo con los académicos, el aislamiento social se refiere a la falta objetiva o limitada de contacto social con otras personas y se caracteriza por una red social limitada o contactos sociales poco frecuentes.
Por su parte, la soledad hace referencia a un sentimiento subjetivo de angustia que surge de una discrepancia entre relaciones sociales deseadas y las reales.
COMPORTAMIENTOS POCO SALUDABLES
Las investigaciones sugieren que el aislamiento social puede fomentar comportamientos poco saludables, como la desnutrición y la inactividad física, y que se ha asociado a una función inmunitaria más deficiente. Además, la soledad se ha relacionado con trastornos del sueño y disfunciones inmunitarias.
Estudios anteriores habían examinado si el aislamiento social y la soledad son factores de riesgo de mortalidad, pero los resultados habían sido dispares.
En este nuevo trabajo, Maoqing Wang, Yashuang Zhao y sus equipos de la Universidad de Medicina de Harbin, en China, realizaron una revisión sistemática y un metaanálisis de 90 estudios prospectivos publicados entre 1986 y 2022, con un total de 2 millones 205 mil 199 individuos en cohortes seguidas a lo largo del tiempo.
De los estudios, 29 se realizaron en Estados Unidos y 61 en otros países, como el Reino Unido, Japón y Finlandia; todos los participantes tenían 18 años o más, y el 70% tenía 50 años o más.
Los autores descubrieron que tanto el aislamiento social como la soledad "se asociaban significativamente" con un mayor riesgo de mortalidad por todas las causas y de mortalidad por cáncer, y que el aislamiento social se asociaba con un riesgo aumentado de mortalidad por enfermedades cardiovasculares.
A la luz de sus conclusiones, los autores piden estrategias e intervenciones para abordar el aislamiento social y la soledad.