Drogas y estrés podrían estar relacionados con la esquizofrenia
Los síntomas de la esquizofrenia pueden dificultar la participación en las actividades cotidianas o habituales
La esquizofrenia es una enfermedad mental grave que afecta la forma en que una persona piensa, siente y se comporta. Las personas con esquizofrenia pueden parecer como si hubieran perdido el contacto con la realidad, según el Instituto Nacional de Salud Mental.
Esta enfermedad mental puede ser provocada por un primer episodio de psicosis que surge por disposiciones genéticas, enfermedades neurológicas así como la unidad de factores en un “límite critico” de estrés y abuso de drogas y alcohol.
El Gobierno de México, indica que más de un millón de personas padecen de este problema de salud mental y que normalmente aparece a la edad de 15 años en hombres y de 25 a 35 en mujeres, siendo ligeramente mayor en el sexo masculino.
Según el médico neuropsiquiatra Jesús Ramírez Bermúdez, la psicosis se origina del trastorno en el metabolismo de sustancias como la dopamina y serotonina. Estas se modifican debido al consumo de drogas como el alcohol, cocaína, y otras anfetaminas, por sus capacidades adictivas al activar los centros del placer del cerebro.
Es por ello, que cuando los niveles de las sustancias se reducen en las regiones cerebrales se hacen presente los síntomas de esquizofrenia. Por lo cual, el experto destacó la atención de los primeros cuadros psicóticos, pues el tratamiento temprano puede ser clave para evitar complicaciones graves.
Señales de la esquizofrenia
De acuerdo con Salud Mental America, los signos de esquizofrenia son diferentes para cada persona. Los síntomas pueden desarrollarse lentamente durante meses o años, o pueden aparecer repentinamente. La enfermedad puede aparecerse y desaparecerse en ciclos de recaída y remisión.
- Escuchar o ver cosas que no están allí
- Sentimiento constante de que lo están viendo
- Manera de hablar o de escribir que es peculiar o que no tiene sentido
- Posiciones del cuerpo que son raras
- Sintiéndose indiferente en situaciones bien importantes
- Deterioro del estudio o del trabajo
- Cambios en la higiene o de apariencias
- Un cambio de personalidad
- Aumento en el aislamiento de situaciones sociales
- Respuestas irracionales, amargas o temerosas hacia seres queridos
- Incapacidad de dormir o de concentrarse
- Comportamiento inapropiado o raro
- Preocupación extrema sobre la religión y lo oculto.