El dolor crónico podría afectar cómo tu cerebro procesa las emociones
El estudio sobre el dolor y las emociones fue dirigido por investigadores de UNSW Sydney y NeuRA aplicado a 48 participantes en Australia.
Más de tres millones de australianos experimentan dolor crónico y que el mismo puede afectar muchas partes de la vida de una persona. Un nuevo estudio dirigido por UNSW Sydney y NeuRA muestra que aquellos con dolor crónico tienen un desequilibrio de neurotransmisores en la parte del cerebro responsable de regular las emociones.
"El dolor crónico es más que una sensación terrible", dice la autora principal del estudio, la profesora asociada Sylvia Gustin , neurocientífica y psicóloga de UNSW y NeuRA. “Puede afectar nuestros sentimientos, creencias y nuestra forma de ser.
Descubrieron que el dolor continuo se asocia con una disminución de GABA, que es un neurotransmisor del cerebro inhibidor en la corteza prefrontal medial y por ende se está produciendo un cambio patológico real. "Cuando hay una disminución de este neurotransmisor, nuestras acciones, emociones y pensamientos se amplifican".
Más sobre este estudio del dolor y las emociones
48 personas fueron participantes del estudio la mitad de los cuales experimentaron algún tipo de dolor crónico. Los resultados muestran que los participantes con dolor crónico tenían niveles significativamente más bajos de GABA que el grupo de control, un patrón que fue constante independientemente de su tipo de dolor crónico.
"Una disminución de GABA significa que las células del cerebro ya no pueden comunicarse entre sí correctamente", dice la experta. "Como resultado de esta interrupción, la capacidad de una persona para sentir emociones positivas, como la felicidad, la motivación y la confianza, puede desaparecer, y no es posible recuperarlas fácilmente".
Detalla que todo esto comienza con el estrés porque cuando alguien tiene dolor, aumentan las hormonas del estrés como el cortisol, que puede desencadenar aumentos masivos de glutamato. Esto sucede durante la etapa inicial y aguda del dolor.
“Demasiado glutamato puede ser tóxico para las células y la función del cerebro. Creemos que esta alteración de la función normal del cerebro puede hacer que cambien los niveles de GABA y glutamato y afectar la capacidad de una persona para regular sus emociones ".
La experta y su equipo desarrollaron un programa de recuperación emocional en línea. El mismo fue dirigido a personas con dolor crónico, como una opción no farmacéutica para tratar la alteración de los neurotransmisores. "El cerebro no puede amortiguar estos sentimientos por sí solo, pero es plástico y podemos aprender a cambiarlo".