Salud Mental

La contaminación atmosférica y su posible relación con problemas neurodegenerativos y de salud mental

Un estudio en caninos descubrió que los cerebros de perros de ciudad tenían signos de neurodegeneración, y los de campo tenían cerebros mucho más sanos

EFE

Se descubrió que la contaminación atmosférica era dañina cuando los habitantes de la Cidad de México se dieron cuenta que sus perros actuaban diferente y algunos no reconocían a sus dueños. En ese tiempo a dicha ciudad se le conocía como la mas contaminada del mundo.

En 2020, la toxicóloga y neuropatóloga Lilian Calderón-Garcidueñas, afiliada a la Universidad del Valle de México en Ciudad de México y a la Universidad de Montana, examinó el tejido cerebral de 40 perros que habían vivido en la ciudad y de otros 40 de una zona rural cercana con aire más limpio.

Los resultados mostraron que los cerebros de los perros urbanos mostraban señales de neurodegeneración, mientras que los del campo tenían cerebros mucho más sanos.Después de su investigación en perros,  continuó estudiando los cerebros de 203 personas que viven en la Ciudad de México, y descubrió que solamente uno de ellos no presentaba signos de neurodegeneración.

 

Aunque aún los daños de la contaminación no están científicamente comprobados, los investigadores continúan realizando estudios que demuestren los daños al cerebro.FOTO:Kristen Morith/IUNSPLASH 

¿Cómo afecta la contaminación atmosférica a la salud mental?

El principal contaminante es la materia de partículas en el aire, dijo Calderón-Garcidueñas. Contiene sólidos microscópicos o gotitas de líquido que son tan pequeñas que pueden inhalarse y causar problemas de salud graves.

El trabajo que realiza la científica mexicana se suma al creciente conjunto de pruebas que demuestran que respirar aire contaminado no sólo provoca daños cardiacos y pulmonares, sino también neurodegeneración y problemas de salud mental.

Sin embargo, hasta ahora no está científicamente comprobado que la contaminación pueda causar o contribuir al alzheimer o al parkinson, pero el trabajo de Calderón-Garcidueñas está a la vanguardia para demostrar que la contaminación atmosférica afecta directamente al cerebro a través del aire que se respira, y tiene graves repercusiones.

Por otro lado, un estudio muy amplio publicado en febrero en JAMA Psychiatry, realizado por investigadores de las universidades de Oxford y Pekín y del Imperial College de Londres, descubrió que la exposición a largo plazo incluso a niveles bajos de una combinación de contaminantes atmosféricos partículas en suspensión, dióxido de nitrógeno y óxido nítricoaumentaba la aparición de depresión y ansiedad.

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