¿Será posible la terapia con una inteligencia artificial?
La llegada de la IA ha generado preocupación en los humanos sobre la posibilidad de ser reemplazados.
La Inteligencia Artificial (IA) esta en boca de todo mundo desde hace apenas unos meses. La IA es una combinación de algoritmos planteados con el propósito de tener capacidades muy similares a la de los humanos.
Los resultados han sido tan sorprendentes que pareciera que dentro de muy poco la IA podría apoderarse de todo e incluso ha generado preocupación sobre la posibilidad de reemplazar a los humanos en diferentes trabajos.
Esta misma duda surge en el ámbito de la salud mental, pues ahora herramientas como Chat GPT ya dan consejos sobre salud mental, entonces, ¿las IA podrían brindar servicios terapéuticos?
La IA como terapeuta
El profesor Andrew Penn, dijo en la revista Psychology Today, aunque los modelos de IA son muy poderosos y responden de una forma muy similar al humano, todavía hay algo que no funciona.
Con lo anterior, Penn hace referencia a un concepto definido como “valle inquietante”, el cual fue creado por el japonés Masahiro Mori con la intención de describir la sensación de inquietud o repugnancia al interactuar con robots o IA que se asemejan a seres humanos pero no son del todo reales.
Un efecto que se ha estudiado anteriormente y que parece ser que los movimientos antinaturales de los robots desencadenan una actividad en el núcleo subtalámico del observador, un aera afectada por el Parkinson. En ese lugar se producirá una especie de desconexión entre lo que se esperaba ver y lo que realmente vemos.
La interacción humana y las expresiones faciales desempeñan un papel importante en la regulación del sistema nervioso. Por lo que el autor sugiere que las IA podrían complementar la terapia en ciertos casos, siempre bajo la supervisión de profesionales. Sin embargo, la terapia persona a persona puede ser más beneficiosa para algunos pacientes.