Cómo saber qué tipo de piel tienes
Para utilizar los productos adecuados primero es importante saber qué tipo de piel tienes.
Elegir y utilizar los productos adecuados para la piel del rostro es indispensable para brindarle los cuidados que necesita y ver resultados positivos en la rutina de skincare.
Pero antes de elegirlos primero debes saber qué tipo de piel tienes para conocer sus propias características y así tomar decisiones sobre el suero y cremas que vas a aplicarle, explican expertos de Nivea.
Por ello, te compartimos las siguientes características de cada tipo de piel para que puedas identificar cuál es el tuyo y le brindes la atención y cuidado que requiere.
Tipos de piel y sus características
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Piel seca
Este tipo de piel carece de hidratación y lípidos. Es menos elástica y a veces tiende a picar. También es muy susceptible a factores del medio ambiente y suele reaccionar con irritaciones.
Otra de sus características es que tienen aspecto áspero y descamado.
Una recomendación para la piel seca es beber dos litros de agua al día, llevar una alimentación saludable para nutrir desde el interior y utilizar cremas humectantes y con factor de protección solar para cuidarla de los rayos UV.
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Piel normal
Es elástica, suave y sus poros son pequeños. Aunque no se recomienda saltarse ningún paso en el cuidado de la piel del rostro, a este tipo de piel no se le causan grandes daños si de vez en cuando se comete algún "pecado" en la rutina de skincare.
Las pieles normales suelen tener buena circulación y elasticidad y para mantener su aspecto saludable necesitan hidratación y protección.
También se recomienda una exfoliación suave una vez por semana para eliminar impurezas y células muertas.
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Piel mixta
Se llama así porque es una combinación de dos tipos de piel: Normal-seca y grasa con algunas impurezas.
Se caracteriza por presentar un aspecto de brillo en el rostro, además de que suelen aparecer impurezas en la llamada zona T (frente, nariz y barbilla), mientras que en la zona de las mejillas la piel es entre normal y seca.
Las pieles grasas deben tener una rutina de cuidado que comience con una limpieza profunda con agua tibia antes de aplicar otros productos faciales y no exagerar en la cantidad de crema hidratante para el rostro.
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