¿Ropa de paca? Estas son las prendas usadas que deberías evitar comprar
¿Necesidad o tendencia? Sea cual sea, la ropa de segunda mano implica riesgos a la salud. Descubre cuáles son y cómo prevenirlos
La ropa de paca son aquellas prendas usadas que se venden en tianguis populares de la ciudad. | PEXELS
Adquirir ropa de segunda mano siempre fue considerado como una necesidad. Actualmente comprar ropa de paca o de tianguis se ha vuelto una tendencia en esta nueva época para una generación que podría estar pensando en la economía y/o el cuidado del medio ambiente.
Pese a lo anterior, usar ropa de segunda mano podría implicar posibles riesgos a la salud como problemas dermatológicos entre los usuarios, debido a que entre sus tejidos pueden presentar ácaros, gérmenes, hongos o exceso de sustancias químicas, así lo detalló el dermatólogo, Carlos Galarza Manyari, del Hospital Nacional Dos de Mayo.
Ahora bien, en caso de que la ropa de segunda mano sea la única opción lo mejor será lavar y desinfectar antes de su uso. Galarza recomienda desinfectar con cloro o hervir y luego del secado lo conveniente sería planchar, un proceso que según el experto estaría garantizando la calidad de la ropa y la desinfección total.
La ropa que nunca deberías comprar en un tianguis
El doctor Abraham Martínez, director de la Unidad de Medicina Familiar (UMF) número 27 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Tijuana, advirtió que la ropa de paca tiene diversos orígenes de segundo uso, traída de otros países, rescatada de tiraderos o bien puede provenir de asilos, morgues y hasta panteones, por lo que el riesgo de adquirir infecciones es muy alto.
En el mismo sentido, el especialista Martinez indicó que no recomienda comprar por ningún motivo ropa interior o lencería de segunda mano. Adquirir este tipo de prendas en comercios no establecidos se convierte en un factor de riesgo para enfermedades como gonorrea, padecimiento crónico difícil de diagnosticar y que en jóvenes puede provocar dificultades para procrear.
De igual forma, los trajes de baño usados representan un grave riesgo a la salud, debido a que al igual que la ropa interior tiene un contacto directo con la piel y podría ser causante de infecciones peligrosas principalmente por su cercanía con el área genital
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