Alex Lewis, el hombre que pensó que tenía un resfriado y perdió sus brazos y piernas
El hombre despertó un día con un dolor intenso y su piel comenzó a ponerse morada.
Alex Lewis llevaba una vida común como padre de familia y trabajador, sin embargo, todo cambió a principios de noviembre del 2013 cuando contrajo un resfriado común que se convirtió en septicemia y síndrome de shock tóxico.
De acuerdo con su biografría, fue el 17 de noviembre cuando el hombre despertó con un fuerte dolor, su piel comenzó a ponerse morada y se encontraba en un estado de semiinconsciencia.
Alex fue trasladado a un hospital de urgencias en Winchester, Inglaterra, y a las pocas horas de su colapso, sus órganos necesitaron de apoyo mecánico. Los médicos indicaron que tenía menos del 3% de posibilidades de sobrevivir: Había contraído estreptococo A.
LE AMPUTARON SUS EXTREMIDADES
El padre de familia y trabajador fue diagnosticado con síndrome del shock tóxico estreptocópico A, que conduce a la septicemia (envenenamiento de la sangre).
Durante siete meses, Lewis fue sometido a varias cirugías en las que le realizaron la amputación del brazo izquierdo por encima del codo y también la amputación bilateral arriba de rodilla. Después de 6 meses le amputaron el brazo derecho por debajo del codo, además de que la infección devastó su nariz y boca.
Cuatro años después, Alex Lewis sigue en rehabilitación pero ahora vive una vida extraordinaria en un cuerpo diferente y ha dicho que nunca perdió la fortaleza, por lo que logró recuperarse y motivarse para seguir viviendo.
Actualmente, Alex comparte parte de su vida en redes sociales, donde se le puede ver utilizando prótesis y disfrutando de diferentes actividades.
¿QUÉ ES EL ESTREPTOCOCO A?
El Departamento de Salud de Estado de Nueva York señala que los estreptococos del grupo A son bacterias que suelen estar presentes en la garganta y sobre la piel.
Por lo general la mayoría de las infecciones por GAS (según sus siglas en inglés) producen enfermedades leves.
Sin embargo, estas bacterias también pueden ocasionar enfermedades más graves que ponen en peligro la vida, como la fascitis necrotizante, conocida como "bacteria carnívora" y el síndrome de shock tóxico estreptocócico.
Estas bacterias se pueden contagiar por el contacto directo con secreciones nasales o de la garganta de personas infectadas o con slesiones cutáneas infectadas.
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