La epilepsia, una enfermedad que muchas veces requiere tratamiento de por vida
La epilepsia es un trastorno del sistema nervioso central. Los síntomas de las convulsiones pueden variar.
La epilepsia puede ocurrir por algunos trastornos del neurodesarrollo. | Pexels.
Cuando ocurre un ataque de epilepsia es porque la actividad cerebral normal se ve alterada. Provoca convulsiones o períodos de comportamiento además de sensaciones inusuales. Puede ocurrir pérdida de la consciencia, según Mayo Clinic.
Cada 13 de febrero es el Día Mundial con el propósito de informar a la población sobre la enfermedad de tipo neuronal.
Los síntomas de las convulsiones pueden variar mucho. En algunos casos las personas podrían permanecer con la mirada fija por algunos segundos durante una convulsión, mientras que otras mueven los brazos y piernas de forma repetida
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que alrededor de 50 millones de personas padecen epilepsia. En México más de cuatro millones de personas tienen esta enfermedad.
Las convulsiones pueden afectar cualquier proceso coordinado por este órgano. Algunos de los signos y síntomas de las convulsiones:
Confusión temporal, episodios de ausencias, rigidez en los músculos, movimientos espasmódicos incontrolables de brazos y piernas, pérdida del conocimiento o la consciencia, síntomas psicológicos, como miedo, ansiedad.
DIAGNÓSTICO Y TRATAMIENTO DE LA EPILEPSIA
Para diagnosticar la epilepsia, según el Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi), los profesionales de la salud deben evaluar síntomas y antecedentes médicos.
Hay que realizar diferentes estudios con el fin de evaluar la causa de las mismas realizando exámenes neurológicos, análisis de sangre, electroencefalogramas (EEG), resonancias magnéticas, tomografías y pruebas neuropsicológicas.
El tratamiento se basa con medicamentos y en algunos casos cirugía para poder controlarlas.
Algunos requieren tratamiento de por vida para poder controlar las convulsiones. Algunos niños con epilepsia también pueden superar su afección con la edad.
Las causas pueden ir desde influencia genética, traumatismo craneal, infecciones como meningitis, trastornos del desarrollo como el autismo.
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