Los síntomas de Ashley fueron minimizados como estrés; su diagnóstico final fue cáncer de pulmón
El sorprendente diagnóstico de cáncer de pulmón de una mujer no fumadora
Ashley, una mujer de 35 años fue diagnosticada con cáncer de pulmón pese a que confesó nunca haber fumado y ser una mujer relativamente sana. Sus primeros signos fueron dificultad para tragar y beber.
Posteriormente aparecieron síntomas como dolor de cabeza y tos, esta última se fue intensificando conforme pasaba el tiempo. La mujer comenzó a perder peso y a tener sibilancias, por lo que los médicos le recetaron un inhalador.
Después de recibir atención médica, los especialistas dijeron: "Todo es estrés. Estás pasando por un divorcio, estás trabajando en atención médica, hay una pandemia, tienes niños pequeños” y le recomendaron visitar un terapeuta.
La salud de Ashley comenzó a empeorar
La mujer, quien normalmente es físicamente activa tuvo que suspender sus actividades y siguió perdiendo peso; tras varias visitas al doctor fue diagnosticada con neumonía pero su bienestar continuaba viéndose cada vez más afectado.
Su cuerpo se hinchó, lo que le impedía realizar tareas simples como ponerse zapatos o levantar a sus hijos. Entonces se vio instada por su pareja para acudir a urgencias, donde le descubrieron coágulos de sangre en su pierna y en su pulmón derecho.
Luego de ello, se le diagnosticó cáncer de pulmón de células no pequeñas en etapa 4, una de las formas de cáncer más mortales en los Estados Unidos, y a menudo se diagnostica cuando ya se ha diseminado a otras partes del cuerpo.
Ashley se sometió a una cirugía para extirpar uno de sus pulmones y está en medio de un tratamiento de ocho meses que incluye quimioterapia, radiación e inmunoterapia.
"Resulta que si no hubiera comenzado el tratamiento cuando lo hice, me habrían quedado menos de cinco meses de vida", dijo Ashley.
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