Paciente con Parkinson recupera función motora: IMSS le colocó un neuroestimulador cerebral
El hombre no había visto limitada su capacidad motora a lo largo de una década.
Un neurotransmisor cerebral ayudó a don Carlos, un hombre de 69 años, a recuperar considerablemente su función motora afectada por la enfermedad de Parkinson, un procedimiento quirúrgico de vanguardia que fue realizado en la Unidad Médica de Alta Especialidad (UMAE) Hospital de Especialidades No. 25 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Nuevo León.
Se trata de la primera cirugía de este tipo en el Noroeste de México, en el marco del 42 aniversario de la UMAE No. 25, ubicada en Monterrey.
A través de un comunicado se dio a conocer que la intervención quirúrgica se realizó a Carlos Treviño Treviño, un hombre que ha visto limitada progresivamente, a lo largo de una década, su capacidad de movimiento.
Esto debido a una disminución de respuesta al medicamento y llegó al grado de no poder sostener una taza de café, además de dificultades para levantarse, hablar y caminar.
DON CARLOS ESTRENÓ EL DISPOSITIVO
La jefa del Servicio de Neurología, la doctora Verónica García Talavera, informó que antes de la operación, don Carlos tenía una funcionalidad de apenas un 15%, que afectaba su movilidad, su lenguaje y tenía un estado anímico ansioso y depresivo.
Para determinar la viabilidad de llevar a cabo la cirugía vanguardista, con un dispositivo que tiene un costo de un millón de pesos, un equipo multidisciplinario integrado por Neuropscicología, Psiquiatría, Neurología y Neurocirugía realizó todos los exámenes necesarios y, en sesiones colegiadas.
Por su parte, el doctor José Remedios Cortés Cárdenas, el jefe del Servicio de Neurocirugía de la UMAE No. 25, comentó que la colocación del neuroestimulador en esta unidad médica se estrenó con don Carlos, en un proceso quirúrgico que se prolongó por 10 horas.
Cortés Cárdenas, quien estuvo a cargo de la cirugía, detalló que el proceso se llevó a cabo en dos partes: Pirmero con el paciente despierto y se le colocó un marco de estereotaxia (dispositivo metálico) en torno al cráneo para identificar las coordenadas específicas del cerebro y establecer con precisión el sitio donde se implantaría el neuroestimulador.
Con el paciente aún despierto, se realizó una perforación en el cráneo y se introdujeron en el cerebro los cables del dispositivo que emiten suaves estímulos eléctricos sincronizados, capaces de lograr una respuesta neurológica que mejora la capacidad motora.
Con el paciente despierto, es momento de hacer los ajustes necesarios hasta que los neuroestimuladores queden exactamente en el punto preciso del cerebro para tener la mejor respuesta neurológica”.
Tras colocar el electrodo del neuroestimulador en el punto exacto, se anestesió al paciente para hacerle una cirugía tipo túnel subcutáneo del cráneo al pecho, con el fin de instalar la batería del dispositivo, en la zona subcutánea de la región pectoral.
Después de terminar la operación quirúrgica, la batería se conectó mediante WiFi a una tableta electrónica para verificar la funcionalidad del neurestimulador colocado en el cerebro del paciente. La batería recargable tiene una duración de 15 años.
El neurocirujano precisió que el paciente se dio de alta con la pila apagada, dado que había que esperar a que pasara un mes para que cediera a inflamación y, entonces, poder encender el dispositivo, programar la intensidad y la frecuencia de los impulsos del neuroestimulador que ofrecería mejor calidad de vida.
Gracias a la cirugía, el paciente aumentó su funcionalidad al 90%, y ahora no sólo puede sostener y tomar una taza de café, sino que se levanta sin dificultad, camina con su esposa y juega con sus nietos.
Comentarios