Paracetamol: ¿Por qué no es un medicamento apto para todos?
Es importante tener presente que su administración en cantidades elevadas puede provocar daños
El paracetamol es un analgésico y antipirético eficaz para controlar el dolor leve o moderado por problemas articulares como dolor de oído, cabeza, dental; neuralgias, así como para tratar la fiebre por infecciones virales o posvacunación, según la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México.
A la hora de optar por uno u otro medicamento, no sólo hay que tener en cuenta las indicaciones para consumirlo, sino también el porque no deberíamos hacerlo.
Las personas con frecuencia piensan que este medicamento es muy seguro. Sin embargo, puede ser mortal si se toma en grandes dosis, por lo cual debe tomarse con ciertas precauciones. Es importante tener presente que su administración en cantidades elevadas puede dañar el hígado.
¿Quienes no deberían tomar paracetamol?
La contraindicación principal para el uso de paracetamol, es una hipersensibilidad a esta sustancia o haber presentado un sarpullido u otros síntomas después de tomarlo.
Además la ingestión de tres o más bebidas alcohólicas por periodos prolongados, puede aumentar el riesgo de daño hepático o sangrado del tubo digestivo asociado al uso de paracetamol, por lo que se deben considerar estas condiciones al prescribir el medicamento.
Por otro lado, menores de dos años, no se deberían tomar sus presentaciones combinados con descongestionantes nasales, antihistamínicos, supresores de la tos o expectorantes, es decir, productos para la tos y el resfriado.
Tampoco se debe administrar paracetamol para adultos a menores de edad.
Las personas con daño hepático o renal, así como con anemia, deben llevar supervisión médica al tomarlo, lo mismo que si tomas medicamentos hepatotóxicos, como amiodarona, estatinas, entre otros que se asocian con riesgo de daño hepático.
Tampoco se debe administrar por periodos prolongados ni en mujeres embarazadas.
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