La lactancia te ayuda a frenar la aparición de enfermedades en tu bebé
La lactancia es un proceso que puede asumirse por cualquier mujer porque los pechos durante el embarazo se preparan para la llegada del bebé.
La lactancia materna es un período de vida en donde la madre experimenta diferentes cambios hormonales que ocurren durante el embarazo y aquí es donde se provoca el crecimiento mamario.
También hay un aumento de los conductos y los alvéolos, estableciendo el punto inicial y formal de la lactancia. El bebé es quien estimula la producción y secreción de la leche. El consumo de la leche materna le ayuda al infante a aportarle todo lo que necesita durante los primeros seis meses de vida, favoreciendo su crecimiento, maduración y salud.
La leche materna acelera la recuperación porque la madre pierde el peso ganado durante el embarazo y es más difícil que padezca problemas de anemia. Cuando el bebé consume leche materna le ayudan a proteger su sistema inmunológico y de enfermedades como catarros, neumonía, diarreas, otitis, infecciones de orina.
La leche materna contiene todos los elementos nutritivos que se necesita para su crecimiento y desarrollo, así como sustancias que lo protegen contra alergias e infecciones. Los bebés amamantados tienen menos probabilidades de desarrollar obesidad tanto en la infancia como en la época adulta.
Al amamantar a tu bebé estrechas los lazos de afecto con él o ella, por ello trata de que sea una experiencia agradable y tranquila para ambos. Solo recuerda que también debes buscar la manera de proteger tus pechos que te ayuden a llevar una lactancia más cómoda.
Al bebé hay que darle pecho cuando lo pida y durante el tiempo que lo requiera, a esto se le llama alimentación a libre demanda.
Los signos tempranos de hambre son: movimientos rápidos de los ojos, chupeteo, se lleva la mano a la boca, abre su boca en búsqueda del pecho, se pone inquieto y los signos tardíos son que se agita, llora y se pone colorado.
Con información de WebConsultas e IMSS.
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