Un medicamento mostró mejorar los síntomas de la depresión posparto: Estudio

Un fármaco experimental mostró mejorar los síntomas de la depresión posparto al cabo de 15 días en un estudio de fase avanzada, así lo informaron las empresas Sage Therapeutics Inc. y Biogen. 

Las compañías indicaron que el fármaco, zuranolona, también disminuyó la gravedad de la depresión a partir del tercer día de tratamiento en comparación con el placebo en el estudio realizado entre 200 mujeres adultas. 

UN MEDICAMENTO PARA LA DEPRESIÓN POSPARTO

A través de un comunicado se informó que la zuranolona, el candidato a fármaco más avanzado de Sage, se está desarrollando también para el tratamiento del trastorno depresivo mayor y mejoró los síntomas de la depresión en dos estudios de fase avanzada, sin embargo, ha habido dudas sobre su eficacia y durabilidad. 

Según analistas, la durabilidad a corto plazo del medicamento oral sería importante para su éxito comercial más amplio e incluso expresaron su preocupación sobre si sus datos en el trastorno depresivo mayor limitarían las oportunidades de mercado.

El director de innovación de Sage, Jeff Jonas, dijo a Reuters que la población objetivo del trastorno depresivo mayor es mayor que la de la depresión posparto, pero la intesidad competitiva de esta última es mucho menor. 

¿QUÉ ES LA DEPRESIÓN POSPARTO?

Clínica Mayo explica que el nacimiento de un bebé puede ocasionar una mezcla de fuertes emociones y en ocasiones se presenta  algo que no se espera, que es la depresión. 

Algunas madres primerizas padecen lo que se conoce como depresión posparto.

Al principio puede confundirse con la melancolía del bebé al principio, sin embargo, los síntomas son más intensos y duran más tiempo e incluro pueden interferir en la capacidad para cuidar el bebé y realizar otras tareas diarias. 

Los signos y síntomas de la depresión postparto pueden incluir los siguientes:

• Estado de ánimo deprimido o cambios de humor graves
• Llanto excesivo
• Dificultad para relacionarse con el bebé
• Aislarse de familiares y amigos
• Pérdida del apetito o comer mucho más de lo habitual
• Incapacidad para dormir (insomnio) o dormir demasiado
• Fatiga abrumadora o pérdida de energía
• Interés y placer reducidos en las actividades que solías disfrutar
• Irritabilidad y enojo intensos
• Miedo a no ser una buena madre
• Desesperanza
• Sentimientos de inutilidad, vergüenza, culpa o insuficiencia
• Disminución de la capacidad de pensar con claridad, concentrarse o tomar decisiones
• Inquietud
• Ansiedad grave y ataques de pánico
• Pensamientos acerca de lastimarte a ti misma o al bebé
• Pensamientos recurrentes de muerte o suicidio

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