Salud mental de Simone Biles: Solo quiero que un médico me diga cuándo voy a superar esto
La atleta y medallista olímpica Simone Biles habló nuevamente de su salud mental.
| EFE.
En una entrevista concedida a la web de la revista "New York" la gimnasta estadounidense Simone Biles se refirió nuevamente a su salud mental y todo lo que ha pasado durante mucho tiempo no solo con la presión en su carrera sino por ser víctima de abuso sexual.
"Solo quiero que un médico me diga cuándo voy a superar esto", ha afirmado la gimnasta estadounidense. Te operan y se arregla. ¿Por qué no puede alguien decirme que en seis meses esto se habrá acabado?", se pregunta sobre su propia salud mental en una entrevista concedida a la web de la revista 'New York'.
Simone Biles, es ganadora de cinco medallas olímpicas en los Juegos de Río 2016. Meses después reveló que había sido una de las víctimas de abusos sexuales de Larry Nassar, el médico de la selección estadounidense.
Dijo que lo ocurrido con Nassar, no iba a alejarla de sus sueños sobre todo porque tenía años trabajando por alcanzarlos. "Si miras a todo lo que he pasado en los últimos siete años, no debería haber vuelto a formar parte del equipo olímpico".
Comentó que lo superó en la medida que su cuerpo y mente se lo permitieron. Sin embargo, cuando llegó a Japón su deseo pasó "de querer estar en un podio a querer volver a casa".
Lo ocurrido con su salud mental en Tokio
Estuvo en Tokio en la ronda de clasificación y se retiró en la final por equipos luego de hacer solo un ejercicio de salto. Aquí sufrió un episodio de desconexión entre mente y cuerpo; es lo que se conoce en el lenguaje gimnástico como 'twisties'.
Fue un milagro que cayese de pie. Cualquier otra persona habría salido en camilla. En cuanto aterricé en ese salto, fui y le dije a mi entrenador: 'No puedo continuar'", recuerda.
Expresó que no estaba físicamente capacitada y cada vez que lo intentaba, su cuerpo le decía: 'Simone, cálmate. Siéntate. No lo vamos a hacer'. Y eso nunca lo había experimentado".
La gimnasta compara su incapacidad física para hacer ahora sus piruetas con una pérdida de visión.
"Una mañana te levantas y no ves una mierda, pero la gente te dice que sigas y hagas tu trabajo diario como si todavía tuvieras visión. Estarías perdido, ¿no? Llevo 18 años haciendo gimnasia. Me desperté y lo había perdido. ¿Cómo se supone que voy a seguir con mi día?", se pregunta.
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