Los perros pueden reflejar el estrés de sus dueños; también pueden olerlo
El estudio sobre el estrés y los perros fue publicado el pasado 28 de septiembre.
Los perros son catalogados como el mejor amigo del hombre. Investigadores de la Universidad de Linköping, Suecia, se plantearon si se produce una correlación entre los perros y sus dueños al igual que el estrés a largo plazo con los niños y sus madres.
Esto sería por ejemplo entre el perro domesticado y los humanos. En una nota compartida en El Universal investigadores determinaron los niveles de estrés por varios meses.
Midieron la concentración de la hormona del estrés, el cortisol, en unos pocos centímetros de pelo del perro y de su dueño.
"Encontramos que los niveles de cortisol a largo plazo en el perro y su dueño estaban sincronizados, de modo que los propietarios con niveles altos de cortisol tienen perros con niveles altos de cortisol, mientras que los propietarios con niveles bajos de cortisol tienen perros con niveles bajos", explica Ann-Sofie Sundman, del Departamento de Física, Química y Biología (IFM) en LiU, autora principal del estudio.
Los investigadores planean estudiar otras razas porque para estas fueron analizadas tanto el border collie como el perro pastor de Shetland que son perros de pastoreo.
PUEDEN OLER EL ESTRÉS
Se publicó un artículo de investigación en Plos One, relacionado a que los perros pueden discriminar entre la línea de base humana y los olores de condiciones de estrés psicológico.
Investigaciones anteriores indican que los perros pueden detectar cuando los humanos tienen estrés. El estudio se encargó de probar si los olores de referencia y de estrés eran distinguibles para los perros.
Utilizaron un procedimiento de elección forzada doble ciego de dos fases y tres alternativas. Se obtuvieron muestras combinadas de aliento y sudor de los participantes al inicio y después de una tarea de inducción de estrés.
Los procesos fisiológicos asociados con una respuesta de estrés psicológico agudo producen cambios en los compuestos orgánicos volátiles que emanan del aliento y/o el sudor que son detectables por los perros.
Los resultados se suman a la comprensión de las relaciones entre humanos y perros y podrían tener aplicaciones para perros de servicio de apoyo emocional y trastorno de estrés postraumático (TEPT).
Con información de El Universal.
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