Arándanos, ideales para el colesterol, la presión arterial y frenar el envejecimiento
La evidencia científica ha documentado que esta pequeña fruta posee gran actividad antioxidante.
Un estudio publicado en 'The Journals of Gerontology' mostró que el consumo de arándanos puede contribuir al envejecimiento saludable debido a la gran cantidad antioxidantes y otras propiedades antiinflamatorias.
Los expertos señalaron que la evidencia científica ha documentado que esta pequeña fruta posee gran actividad antioxidante si se compara con otras frutas populares.
Autores del estudio indicaron que consumir 200 gramos de arándanos al día podría contribuir a la función de los vasos sanguíneos y disminuir la presión arterial sistólica, gracias a las antocianinas que le brindan su color oscuro a estas frutas.
Además, otra investigación relacionó la alta cantidad de polifenoles de esta fruta con un mejor rendimiento en pruebas de memoria en un grupo de adultos mayores, mientras que otro ha mostrado que la suplementación con arándanos brinda efectos beneficiosos en la memoria en niños y adultos.
Jugo de arándanos
Respecto al jugo de arándanos, una investigación de la Universidad de Pennsylvania comprobó que tomar 3 vasos de esta bebida al día en un periodo de 3 meses contribuye a aumentar los niveles de colesterol bueno en un 10% que puede disminuir el riesgo de una enfermedad coronaria.
Investigadores observaron que la cantidad de antioxidantes que se encuentran en el cuerpo puede incrementarse hasta un 121% si se beben 2 o 3 vasos de jugo de arándano al día.
Otra investigación desarrollada en Canadá alude que las propiedades antioxidantes de los arándanos apoyan a elevar los niveles de colesterol bueno en la sangre, cuya ocupación principal es recoger el exceso de colesterol y trasladarlo al hígado para que se procese nuevamente o se deseche.
Tras los resultados de ese estudio, se aconsejó beber mínimo un vaso de jugo de arándano al día (cuidando que no tenga azúcares añadidas), además de seguir una dieta sana y hacer ejercicio para disminuir riesgo de trastornos cardiovasculares.
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