El queso no es malo para el corazón, expertos rechazan estigma sobre este alimento
Investigadores avalaron la hipótesis de que el corazón se favorece con el consumo de queso pero en porciones pequeñas.
Por mucho tiempo se ha mencionado que el queso es malo para el corazón, sin embargo, investigadores han rechazado ese estigma debido a que los últimos estudios indican que los altos consumidores de este alimento tienen un riesgo menor de contraer enfermedades cardiovasculares, solo advierten que "el veneno está en la dosis".
Los participantes en el II Foro para la Innovación Lactoquesera, que se celebra en la ciudad española de Oviedo, avalaron la hipótesis de que el corazón se ve beneficiado con el "alto consumo del queso, pero en porciones pequeñas", así lo informó para EFE el doctor Javier Fontecha, científico del Instituto de Investigación en Ciencias de la Alimentación de España (Cial).
El especialista subrayó que la evidencia científica reciente, basada en estudios realizados a lo largo de muchos años en diferentes países y con un gran número de personas, ha señalado los beneficios que brindan los productos lácteos, como el queso, los yogures, la leche, en la prevención de enfermedades cardiovasculares, diabetes y en algún tipo de cáncer.
Cuidado con las cantidades
Fontecha indicó que el único problema puede ser la cantidad que se come. Además, lamenta que el efecto mediático de las redes sociales "demonice" el consumo del queso y provoque su rechazo en las dietas de los jóvenes.
Por su parte, el catedrático José María Ordovas remarcó que "el veneno está en la dosis" y que todos los productos lácteos "tienen un puesto en la nutrición saludable"
Este pionero y uno de los mayores especialistas a nivel mundial en nutrigenética y nutrogenímica cree que en el futuro habrá una nutrición personalizada sobre los alimentos que "podrá identificar" a los individuos que podrán comer de todo mientras que otros "tendrán que tomárselo con calma".
Ordovas señaló que la historia de la nutrición ha mostrado "un movimiento pendular sobre la conveniencia de alimentos como el aceite de oliva o el pescado azul", como ha ocurrido con el queso, cuando es "bueno" para que los intolerantes a la lactosa puedan consumir productos lácteos.
El investigador de la Universidad de Tufs (Bostón) ha apostado por aquellas producciones de queso que se realicen a través de "procesos naturales", como es el caso de "Olavidia", un lácteo de cabra español elaborado por la quesería familiar Quesos y Besos, ubicada en la localidad andaluza de Guarromán (sur), que se alzó con el premio al mejor queso del mundo en el World Cheese Awards (WCA) 2021.
Con piezas con un peso aproximado de entre 250 y 300 gramos, esta empresa elabora también el producto del "beso", una forma de venta de este lácteo en piezas de hasta 40 gramos de la que fue pionero los "Besos del Rey Silo", del que es socio el cocinero José Andrés, Premio Princesa de Asturias de la Concordia 2021.